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Desmontando mitos del Camino de Santiago: por qué deberías hacer el camino al menos una vez en la vida

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Vaya por delante que no soy una experta en el Camino. Que hay cienes y cientos de personas con mucha más experiencia y experiencias que yo haciendo el camino y que de todo lo que yo puedo aportar ellos aportarán infinitamente más. Pero tras volver de mi más reciente incursión por la Costa da Morte para recorrer los caminos que van desde Santiago a Fisterra (Finisterre) y Muxía, me he econtrado con unas cuantas preguntas y mitos del Camino de Santiago que creo que merece la pena desmontar (o al menos intentarlo).

Porque, ¿merece la pena hacer el Camino de Santiago? Definitivamente sí. Al menos una vez en la vida.

Pero me sé de unos cuantos «peros» y «excusas» que se te vienen a la cabeza cuando te hablan del Camino y ¡qué rayos! Como diría tu madre: «ni peros ni peras», echa un vistazo a estos mitos del camino, plantéame todas las dudas que te surjan en comentarios y apúntalo en tu lista de deseos viajeros, verás que mereció mucho la pena.

Mito número 1: Hace falta mucho tiempo para hacer el Camino de Santiago

O, en sus variantes: «No tengo tanto tiempo de vacaciones» o «no me apetece hacer lo mismo tanto tiempo».

Vamos a ver, que no hace falta hacerse los 800 kilómetros del camino francés en un mismo viaje ni tampoco hacerse etapas de 20 o 40 kilómetros todos los días (por mucho que se empeñen las guías de viaje al uso, los folletos de la Xunta y algún que otro periodista «especializado»). Puedes hacer tramos más cortos, el único requisito es que una vez llegados a Galicia te sellen la credencial dos veces al día para comprobar que sales del mismo punto al que llegaste en el tramo anterior. Y tan solo hacen falta 100 kilómetros a pie para que te den la Compostela (se puede hacer en bici, en barco, a caballo y hasta en coche, pero haciendo más distancia), o lo que es lo mismo, para que a efectos «oficiales» cuente como que has hecho el camino.

Traducido: si de media se hacen 5 kilómetros por hora y caminas dos horas por día, técnicamente en 10 días habrías hecho el camino de Santiago. Y si le subes a 20 kilómetros por día, en cinco días lo tendrías también.Ya no te quiero decir si te metes entre pecho y espalda los 30-40 que dicen algunos que tienen algunas etapas (etapas ficticias, no existe tal cosa salvo en las guías de viaje)…

Es más, nada te impide caminar dos días y descansar otros tantos, explorar la zona, irte a la playa o salir a navegar, volverte a casa o hacerte una escapada a otra parte. Siempre y cuando vuelvas a salir del mismo punto en el que lo dejaste la última vez, el camino cuenta.

En conclusión, ¿Hace falta mucho tiempo para hacer el Camino de Santiago o es un mito? Pues es un mito del camino. No es una cuestión de tiempo, sino de la ruta que escojas y el ritmo que decidas imponerte a tí misma.

Además, si haces el camino de Santiago buscando la indulgencia plenaria y no consigues llegar a Santiago, encontrarás una Puerta Santa en Villafranca del Bierzo (180 kilómetros antes) que también es una puerta del perdón bajo las mismas condiciones que la de la catedral de Santiago de Compostela. No obtendrás la Compostela (el certificado), pero habrás realizado una parte importante (y muy bonita) del camino, y habrás conseguido tu objetivo.

Ponte Olveira Camino de Santiago

Mito número 2: El Camino requiere estar en una muy buena forma física

O, dicho de otra forma: «Yo no estoy preparada para sufrir como un peregrino».

Vamos a ver, que este es un mito que no es tan mito, porque sufrir puedes sufrir de lo lindo (basta con ver a algunos peregrinos, cómo llegan a Santiago), y no basta con decidir hacer el camino y ponerse a caminar (salvo que ya estuvieses en muy buena forma). Pero si entrenas algo todos los días (por entrenar me refiero a caminar unos kilómetros por lo menos) antes de tu viaje y te organizas pensando en tus limitaciones, pues no tienes que ser deportista olímpica para hacer el camino.

Hace años, con la incorporación de algunos servicios que hacen «más fácil» el camino, se temía que se perdiese la identidad del camino, esa idea del esfuerzo y el sacrificio para la expiación de los pecados. Pero eso significa traducir el dolor físico en dolor espiritual y, a estas alturas de la vida ya lo sabrás, no siempre van de la mano.

Así que hoy hay tantos caminos como personas haciendo el camino y cada uno lo hace a su modo (o esa es la idea) y no hace falta ni dormir en el suelo, ni cargar 8 kilos a diario, ni hacerse 40 kilómetros por día. Prepara un camino, pero que sea el tuyo, el que tú puedes hacer, el que te supone un reto a tí. Hay quien lo hace a caballo y quien lo hace en silla de ruedas, no es fácil, pero es posible si te lo propones.

En conclusión, ¿Hace falta estar en muy buena forma física para hacer el Camino de Santiago o es un mito? Pues hace falta estar en forma para poder caminar, subir y bajar cuestas, ir por distintos tipos de terreno y cargar algo de peso. Pero tanto como deportista de élite no hace falta que seas.

Mito número 3: el Camino (francés, portugués… pon aquí el que te de la gana) está muy saturado

Dicen que todos los caminos llegan a Roma, pero a Santiago solo las rutas oficiales te servirán para obtener el certificado de haberlo completado o la Compostela. Y sí, el flujo de peregrinos parece crecer año a año. Eso sí, hay 10 (¡diez!) rutas oficiales para hacer el camino:

  • El Camino Francés, que cruza todo el norte peninsular, arrancando en Somport (cerca de Jaca) o en Sain Jean Pied de Port (cerca de Roncesvalles) y que pasa por Pamplona, Burgos, León, Villafranca del Bierzo y entra por O Cebreiro para continuar por Sarria (o desviación al espectacular monasterio de Samos), Palas de Rei y Arzúa.
  • El Camino Portugués que arranca en Lisboa y pasa por lugares únicos del centro y norte de Portugal como Santarem, Tomar, Coimbra, Águeda, Oporto, Barcelos, Ponte de Lima, Tui, Pontevedra, entre muchos otros.
  • El Camino Portugués por la costa, que se desvía del portugués en Oporto y lo vuelve a retomar en Redondela, pero antes pasa por Vila do Conde y Figueira da Foz, Viana do Castelo, Caminha, Baiona y Vigo entre otras.
  • El camino de Fisterra y Muxía, que parte de la ciudad de Santiago hacia el cabo Fisterra y el Santuario da Virxe da Barca, dos finales alternativos en que es el peregrino quien decide su punto final (o sidecide hacerlo de forma circular o incluso si decide empezar en Muxía o Fisterra para acabar en Santiago). Son más de 100 kilómetros (depende de la dirección en la que hagas el triángulo final) de paisajes únicos por la Costa da Morte.
  • La vía de la Plata, arrancando en Sevilla y pasando por Mérida, Salamanca, Zamora, Puebla de Sanabria y haciendo una variante por la capital del entroido gallego (Laza, Verín y Xinzo) para volver a unirse en Ourense.
  • El Camino Inglés, que inicia por mar (100 millas náuticas son necesarias para considerar la ruta como camino si se finaliza el recorrido a pie aunque no alcancen los 100 kilómetros) pero que entra en la península a través de Ferrol o A Coruña. El de Ferrol es en sí mismo a pie suficiente para la compostela con 116 kilómetros de longitud.
  • El Camino Primitivo que es, junto con el del Norte, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Históricamente arranca en Oviedo para entrar Galicia via Lugo y confluye con el Francés a la altura de Melide, pero se podría unir con el del Norte con la variante que parte de Gijón.
  • El Camino del Norte, que arranca en Hondarribia y va pegadito a la costa pasando por San Sebastián, Bilbao, Santander, San Vicente de la Barquera o Ribadeo para entrar hacia el interior hacia Mondoñedo y Vilalba.
  • La ruta del Mar de Arousa y Río Ulla, que conmemora los últimos tramos que haría la barca de piedra del apóstol hasta llegar a Compostela (en la conocida como Translatio). Son 40 millas náuticas (a las que les puedes añadir las que faltan empezando un poco más atrás, en Baiona o Vigo por ejemplo) por una de las rías más bonitas y conocidas de Galicia y en el único via crucis marítimo del mundo. Los últimos 25 kilómetros los puedes hacer a pie desde Pontecesures a Santiago.
  • El Camino de Invierno arranca en Ponferrada (se podría ampliar conectándolo con el francés) y pasa por grandes tierras de vinos como O Barco de Valdeorras o la Ribeira Sacra (Monforte de Lemos) por cerca de 260 kilómetros de vías señalizadas.

Y no, no tienes que hacer ninguna entera. Solo cuentan los últimos 100 kilómetros a pie si quieres ganar la Compostela, por lo que los últimos tramos suelen estar más saturados, pero es que… ¡no tienes por qué ganarte la compostela! Si lo que quieres es vivir la experiencia del camino, puedes hacer perfectamente el Camino a Fisterra-Muxía partiendo de Santiago y también puedes obtener tu credencial de peregrino, dormir en los albergues, compartir con la gente que encuentras a tu paso y vivir todas las experiencias en una ruta menos masificada y cargada de simbolismo.

O puedes hacer cualquier otro tramo anterior a los últimos 100 kilómetros. O puedes viajar en temporada baja. O puedes escalonar los tramos para hacer el camino a lo largo de todo el año… Vamos, que no tienes por qué acabar en Santiago el día del apóstol y en año jacobeo (que sí, que es especial, que hay conciertos y más motivos para que sea justo ese día el que lo acabes, pero no es imprescindible).

En conclusión ¿El Camino de Santiago está saturado o es un mito? Pues algunos tramos sí están algo saturados, especialmente en temporada alta y fines de semana. Pero no en todas las rutas (hay más de 3000 kilómetros de rutas señalizadas) y no a lo largo de todo el año. Así que sí es un mito del camino.

peregrinos Camino de Santiago

MIto número 4: Yo no soy creyente y para eso prefiero hacerme otra ruta de senderismo

Buen punto. Solo que a medias. Supongo que te refieres a que te gusta mucho el senderismo y quieres hacer un sendero de largo recorrido; y a que tienes muchos senderos en Europa que no están conectados con la religión y que por tanto prefieres esos. Pero muchos están conectados con vías pecuarias y no te veo llevando ganado, o con el transporte del vino y el comercio de telas y tampoco te veo acompañando un carro de bueyes con 5 barricas de vino o criando gusanos de seda.

Vamos, que el Camino tiene una profunda vertiente religiosa, eso no lo vamos a negar, pero que tampoco tienes que ser devoto del apóstol, caracterizarte por una espiritualidad especial o buscar el perdón de tus pecados para hacerlo. Muchos peregrinos lo hacen por estas razones, pero otros tantos lo hacen porque supone un reto personal de desconexión total en el que no hay otra opción que centrarse en el hoy y el ahora, otros muchos porque es una ruta cultural que te acerca a algunos de los monumentos arquitectónicos y naturales más espectaculares de la península ibérica y algunos porque es «barato» o divertido.

Hay también muchos que inician el camino de una manera y lo terminan de la contraria y, francamente no importa. Para lo único para lo que es importante tu motivación en este viaje es para obtener la Compostela y para tí misma. Cuando hayas completado tu viaje, ya en Santiago, te preguntarán si hiciste tu viaje por motivos religiosos y si la respuesta es afirmativa, te expedirán la Compostela, un certificado de haber completado el viaje de forma devota y cumpliendo los requisitos que impone la iglesia en cuanto a trayectos y distancia. Pero si es negativo, también te harán un certificado, solo que no será la compostela. Y ya está.

Puede que a lo largo del camino surja un debate sobre la espiritualidad o sobre Dios, pero también surgirán otras cosas como Belén Esteban o la última pifia del político de turno, así que no limites por eso tu viaje. Hazlo y solo entonces descubrirás cuál es tu camino.

En conclusión, ¿Puedes hace falta ser creyente para hacer el Camino? Pues nada te impide hacer el camino si no lo eres, ni hacerlo siéndolo pero por motivos ajenos a la religión. Pero ¡Ojo! Que dicen que engancha y que cada vez es una experiencia distinta y transformadora, quedas avisada.

Mito número 5: Es que tiene que ser muy complicado de organizar (y caro)

Por un lado, hay quien no organiza nada salvo las etapas que vienen en las guías de viaje y después es seguir el plan marcado y listo. Por otro, hay los que no organizan gran cosa y se van parando allí donde encuentran posada o les apetece parar (ahí si puede que necesites un presupuesto más flexible y pelearte con los veraneantes y los alemanes madrugadores si viajas en temporada alta).

Yo tenía la suerte de que lo organizaban por mí (infinitas gracias a mi amigo Alvientooo, que es muy crack y nos organizó toda la ruta, se encargó de las reservas, los transfers y el envío de equipaje de punto a punto). Pero si sabes qué es los que quieres, cuánto quieres caminar y el tipo de alojamiento que buscas, se lo puedes encargar a una agencia especializada en el camino. Hace unos días me hablaron de la agencia Tu Buen Camino que vende paquetes de viaje para hacer el Camino de Santiago diferentes según cómo quieres hacerlo: la ruta, el tipo de alojamientos o la duración del viaje.

Es una agencia gallega, así que conocen bien el territorio, y tanto tienen planes “adventure” con los que duermes en albergues como “premium” que te alojan en casas rurales. También hay planes de tan solo 5 días que ya te permiten obtener la Compostela o planes más largos si cuentas con más tiempo. Y con la comodidad de que se encargan de las cosas más latosas como obtener la credencial para sellar, llevarte y recogerte del aeropuerto, mover las mochilas… Así que puede ser una buena idea echarle un vistazo si te quieres evitar todo el lío de la planificación.

En cuanto al precio, pues tienes la opción de hacerlo tan barato como te propongas: hay albergues de donativo, puedes comer de bocadillo o aprovechar el menú del día (aquí menú del peregrino), cargar la mochila con los imprescindibles durante todo el viaje en vez de enviarla por Correos y lavar la ropa a mano en vez de usar lavadoras de monedas.

O, como te decía antes, también puedes dormir hotelitos con encanto y cenar en algunos de los mejores restaurantes de España. Para que te hagas una idea, tienes hoteles museo como los de Paradores, casas rurales como la de A Pedreira y albergues de diseño que han participado en la Bienal de Venecia (bueno, este es uno en concreto, el Bela Muxía, recomendación muy top).

En conclusión, ¿Hacer el Camino es caro? ¿Cuánto cuesta hacer el camino? Una de las cosas buenas del camino (si no lo he dicho ya antes) es que hay tantos caminos como personas y, ni tienes que pasarte 20 días de viaje, ni lo tienes por qué organizar tú personalmente. Y sí, el presupuesto y la duración los decides tú. Eso sí, lleva algo de margen para imprevistos que hay artesanías muy chulas y buenas cosas del comer.

Mito número 6: No fastidies, viajar por Galicia comiendo de bocadillo es un crimen!!

A ver, que en Galicia tenemos muy buen pan y hacemos unos bocadillos de lujo, pero un poco de razón pues también tienes. Solo que nadie te obliga a comer de bocadillo, ni a cenar con el menú del peregrino que te ponen en los bares y restaurantes, ni siquiera a te obligamos a beber Estrella Galicia si no quieres…

Que es que si de algo sabemos en España y Portugal, y muy especialmente en Galicia, es del buen arte del comer, así que bocadillo o no, tú decides (y hay menús del peregrino que son un lujazo de buenos que están), pero en el camino puedes comer muy muy bien.

Así que, ¿Se come mal en el Camino? Pues no, mujer no. Que habrá casos, no te digo yo que no encuentres el típico sitio en el que de gastronomía saben poco, pero que hay muchas y muy buenas opciones gastronómicas a lo largo del camino y podrías incluso volver con unos kilos de más si te lo propones.

Mito número 7: Ya estoy muy mayor para hacer el Camino

Esto tambié sirve para los que dicen lo de «ya lo haré cuando sea más mayor» y para los de «pero ese es un viaje para mochileros»

No sé si ha quedado claro hasta ahora, pero hay tantos caminos como personas que hacen el camino: trayectos más cortos o más largos, rutas más difíciles o más asequibles, cargar la mochila o enviarla a tu próximo hotelito rural con encanto… hoy en día hay muchas opciones para hacer el camino que facilitan que todo tipo de gentes lo hagan.

¿Dónde están los problemas? Según yo en los tramos de carretera, que algunos tienen cruces complicados y ahí los reflejos son clave. Pero quitando esto, todo depende de cómo te lo plantees y lo preparada que estés para caminar sin un bar en 5 kilómetros a la redonda.

En conclusión, ¿el Camino está limitado o recomendado a determinadas edades? Pues no, para nada. Y no, no tienes que dormir en una litera y hay un buen número de hotelitos maravillosos que tienen hasta carta de almohadas y spa. Que habrá quien diga que esto no es hacer el camino, pero… con ignorarlos, suficiente.

Mito número 8: Pero si yo hago un montón de turismo rural y ya conozco Santiago, ya no me hace falta hacerlo, ¿no?

Así a bote pronto, yo he debido de estar en Santiago de Compostela al menos unas 10-12 veces en la vida entre excursiones del colegio y visitas de amigos, y me conozco una buena parte del rural gallego. Pero ni lo uno ni lo otro equivalente a la experiencia del camino. El camino es mucho más que los lugares por los que transcurre y todo lo que significa, todo lo que te da hacerlo y todo lo que te quitas de encima cuando lo haces.

Es difícil ponerlo en palabras, pero cuando lo hagas te darás cuenta de que esta era simplemente una excusa. Sin más.

En conclusión, déjate de excusas y plantéate hacer el camino (que además no sólo está en Galicia).

Mito número 9: Es que no conozco a nadie y caminar durante horas yo sola a lo mejor es peligroso

Esto lo entiendo totalmente. Lo de viajar sola a veces acojona y si además te aventuras por montañas y bosques sin nadie salvo la compañía de alguna que otra vaca a kilómetros a la redonda, pues más. Pero rara vez en nuestro camino fuimos totalmente solos (y nosotros hicimos una de las rutas menos transitadas, la de la Costa da Morte, entre semana, levantándonos más tarde de lo habitual y al final de la temporada alta) y las gentes del camino son por lo general acogedoras.

Y sí, es muy buena idea viajar en compañía, pero también encontramos por el camino a un gran número de viajeras y viajeros solos y algunos grupos que se conocieron viajando y que terminaron llevando el mismo ritmo y forjando grandes amistades. Up to you!

Eso sí, usa tu instinto viajero y si algo no te gusta, te suena raro o te da mala espina, fíate de tu instinto y evita riesgos innecesarios. Como en cualquier viaje en solitario, vaya.

Camino de Santiago de Compostela

y… mito number ten: Pero ya no es año jacobeo, así que no estará abierto, ¿no?

Ay madre, ¡qué empanada! Que el año jacobeo es un año especial para hacer el Camino de Santiago porque se abren las Puertas Santas de la Catedral de Santiago, la de Villafranca del Bierzo y (en teoría, ya que este año no se abrió) la de Fisterra. Eso significa que en esos años (cuando la festividad de Santiago el 25 de julio cae en domingo) el camino tiene un aliciente especial. Y, por tanto, en esos años hay mayor afluencia de peregrinos.

Pero eso no significa que en el resto de años no haya Camino de Santiago, ni albergues, ni el resto de elementos característicos del camino como los paisajes, la amabilidad y acogida de las gentes o las flechas amarillas. Es cierto que algunos albergues públicos no abren todo el año durante los años que no son jubilares y que puede que hagas tramos enteros en los que te cruces con solo dos o tres peregrinos, pero son muchos los que hacen el camino y el espíritu permanece, abierto todos los días del año, todos los años.

Además no es la única ocasión en la que se dan estas circunstancias especiales y la que puedes obtener la indulgencia plenaria. Por ejemplo, aunque el año jacobeo era el 2020, lo extendieron al 2021 como excepción por la pandemia. Y en 2022 (del 1 de mayo de 2022 al 1 de mayo de 2023) será año jubilar mariano en la Virxe da Xunqueira de Cee (en el Camino de Santiago de Compostela a Fisterra), en el que se concederá la indulgencia plenaria en las mismas condiciones que al pasar la puerta santa de Santiago de Compostela.

En conclusión, ¿Solo se hace el camino cuando es año Jacobeo? Pues no. Lo puedes hacer cualquier año y en cualquier momento del año. Solo revisa antes de salir que los albergues en los que quieres dormir están abiertos y que estás preparada para que el tiempo cambie a discreción según te vas acercando a Santiago.

Así que tampoco tienes excusa por este lado.

Consejos prácticos para preparar el camino de Santiago:

Y dicho todo esto, habrás visto que, además de ser Patrimonio de la Humanidad, el Camino es una experiencia que no te puedes perder, así que te respondo a algunas de las preguntas más que me han hecho estas semanas:

  1. ¿Cómo planifico las rutas y etapas de mi camino? Puedes ver las rutas dentro de Galicia y hacer un cálculo de dónde parar según las distancias que quieres hacer en la web oficial, aunque esto no te servirá para los tramos de fuera de Galicia (yo te recomendaría para esto una agencia de viajes especializada o una buena guía) sí te sirve para hacerte una idea y puedes personalizar las rutas.
  2. ¿Mejor viajar con efectivo o tarjeta? Llevar algo de efectivo es imprescindible en las localidades más pequeñas y para algunos donativos y albergues del Camino de Santiago, pero no vas a llevar 800€ encima y echarte a dormir en una habitación compartida en un albergue. Para esto yo llevaría una tarjeta prepago del banco, la Revolut si la tienes o me haría con una que no esté vinculada a un banco (si te la roban solo se llevan lo que hayas depositado allí). En la Revolut, por ejemplo, puedes recargarla en la app del móvil y limitar los movimientos fácilmente, apagarla, encenderla, etc.y algunos bancos hacen algo similar.
  3. Existe algún directorio oficial de albergues en el Camino de Santiago? Sí, la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago tiene un buscador en su web donde te indican precio, tipo, número de plazas y servicios que ofrecen, actualizado e incluyendo tanto albergues públicos, de donativo y privados. Pero no se puede reservar directamente desde su página (sí te dan el teléfono).
  4. ¿Puedo reservar los albergues del Camino de Santiago? Puedes reservar los albergues privados, los hostales, pensiones, hoteles y casas rurales (te lo recomiendo encarecidamente) pero no puedes reservar los albergues públicos, que normalmente empiezan el check-in a la una y lo hacen por orden de llegada (hay quien se levanta a las 4 de la mañana para casi-garantizarse la plaza.) Para reservar en albergues privados y demás, yo revisaría el listado de albergues de la Federación (punto anterior) y llamaría por teléfono o los buscaría en Booking (parece que tienen de todo y a veces no) y en Hostelworld (sobre todo para los hostels y albergues privados.)
  5. ¿Puedo dormir más de una noche en un albergue del Camino de Santiago? Pues no. Solo puedes dormir una noche en los albergues públicos (en cada uno de los albergues públicos, hay 70 en Galicia, pero están repartidos por las distintas rutas). Por eso es tan importante planificar los descansos en la ruta o llevar algo más de presupuesto y dormir en albergues privados, hostels, pensiones, hoteles o casas rurales en los que no deberías tener problema si reservas con tiempo.
  6. ¿Qué servicios te lleva la mochila en el Camino de Santiago? Pues por ejemplo Correos, en casi todas las rutas del camino hasta el 31 de Octubre tiene el servicio PaqMochila y después del 1 de noviembre solo en el camino francés y el camino de invierno (aunque mejor pregunta antes). Pero hay más empresas y las agencias de viajes especializadas te pueden ayudar a organizarlo también (vas a necesitar saber dónde duermes cada noche para poder contratar el servicio).
  7. ¿Dónde me dan la Credencial del Peregrino para hacer el camino? Pues la puedes conseguir con antelación a tu camino, en oficinas amigos del camino de Santiago (si hay alguna en tu país de origen o tu ciudad), en cofradías del Apóstol Santiago y en algunas parroquias y diócesis también te la venden, pero lo más cómodo probablemente es comprarla en la oficina de turismo de tu lugar de partida o en el primer albergue al que llegues. Y sí, es de pago.
  8. ¿Y si ya no puedo más? ¿Es fácil encontrar taxis en el camino? No es fácil encontrar taxis en el rural, pero existen distintos servicios de taxis que te pueden ayudar e incluso puedes reservar con tiempo para que te recojan en determinado punto si quieres dormir en un hotel en concreto que no está a pie de ruta. Para nuestro viaje por Costa da Morte usamos Taxis Muxía (Nacho) que tiene un taxi de 7 plazas, pero si buscas por internet o preguntas en los hoteles y albergues te darán más contactos.
  9. ¿Qué tipo de caminos encontraré hasta Santiago? Pues de todo, hay tramos por caminos de tierra entre bosques y prados, pistas forestales con piedritas de esas incómodas hasta decir basta y carreteras de camioneros con prisas y coches de hace 50 años. Y no, no hay ningún camino que no tenga al menos una combinación de los tres. Así que prepara un buen calzado y un kit básico de primeros auxilios (por si las ampollas) y no estrenes botas el mismo día que empiezas tu camino. Y si te puedes hacer con uno o un par de buenos bastones, mucho mejor.
  10. Puedo hacer el camino del revés? Pues sí, nada te lo impide y algunos peregrinos vuelven a casa por el mismo camino que usaron para ir a Santiago. Aunque no sé cómo funcionaría para el tema de los albergues públicos y de donativo (porque ya no llevarías la credencial del peregrino y no se me ocurrió preguntar).
  11. ¿Qué app del tiempo funciona mejor? ¡Pues ninguna! A ver, que depende por donde vayas, pero últimamente no aciertan, especialmente en Galicia. Que si va a llover a cántaros… en una hora despeja. Que si va a hacer sol mañana… y amanece diluviando. Las cosas del cambio climático. Yo te diría que lleves protección solar y un poncho para la lluvia que te cubra a tí y tu mochila.
  12. ¿Dónde acaba el Camino de Santiago? Obvio, pues en Santiago de Compostela (o no). La tradición es acabarlo en Santiago porque es el objetivo de la peregrinación, pero desde tiempos inmemoriales (dicen que incluso antes de que existiese la catedral), los viajeros continuaban su viaje hacia el fin del mundo: Fisterra. Y no sólo hasta ahí, donde muere el sol, sino a pocos kilómetros, donde la barca de la virgen encalló y el mar sigue batiendo salvaje: en Muxía. En A Costa da Morte, tierra de leyendas y de playas indómitas que son sin duda el lugar en el que volver a empezar tu viaje.

Y poco más. Si te puedo ayudar a resolver alguna duda, cuéntame en comentarios y te cuento más de mi experiencia en el camino.

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