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Código ético del blog

Hola! Soy Leticia, una viajera pragmática y curiosa y una especialista en Marketing Digital que busca la inspiración en distintos lugares del mundo. Y sí, este blog tiene un código ético.

¿Por qué te lo cuento? Me gusta mantener la independencia y la transparencia a la hora de tratar la información. Esto no hace este blog mejor ni peor que otros, pero me parece interesante que tú lector y tú marca entiendas qué hago y cómo te afecta todo esto, más allá de leyes y estándares de la industria digital.

Dicho esto, hay cosas que no hago nunca y cosas que hago sólo bajo una serie de normas. Si quieres saber por qué y cómo: aquí están mis puntos clave:

1.- Este blog solo publica experiencias reales

Aunque hay grandes escritores que escriben de todo lo que les pongan por delante, yo no lo hago. Aquí solo encontrarás experiencias de viajes y (de vez en cuando) consejos de marketing, reales que he comprobado y contrastado.

¿Qué significa?: En Trucosviajeros no encontrarás artículos sobre destinos que no he visitado, productos que no he probado, ni servicios de los que sólo he oído hablar. Si (en un ataque de locura o porque me ofrezcan muchos dineros) algún día decidiese publicar un contenido que no he probado, lo marcaría como publi-reportaje para que lo puedas ver de forma fácil, clara y evidente.

Además, me reservo la posibilidad de publicar las experiencias de otros, pero siempre poniendo claro quién es el que escribe y por qué me parece relevante que lo haga aquí. Y siempre que lo escrito cumpla este mismo código ético.

En qué te afecta como marca: No me propongas textos prefabricados, ni que hable de tu marca, producto o destino «porque sí». No lo hago gratis ni a cambio de dinero. Tampoco escribo sobre destinos sólo porque he asistido a un evento donde me hablaban de él, ni para participar en un concurso cuyo premio es viajar a ese sitio, ni porque me hayan enviado una nota de prensa.

2.- Este blog solo publica cosas que cualquiera puede hacer cuando viaja

A veces me invitan a cosas que son exclusivas para prensa o blogueros. No las encontrarás publicadas aquí. Si yo hablase de subir a un campanario al que no se puede subir o entrar a una biblioteca privada y tú llegas al sitio y no puedes entrar, te generará frustración y no volverás a seguir mis consejos. Como comprenderás, llamándose «trucos viajeros» este no es el objetivo del blog.

Este blog no es una «bitácora» de mis experiencias viajando, sino que pretende que descubras nuevos destinos y que viajes mucho mejor y más tranquila (o tranquilo). Si no lo puedes hacer ni pagando, no aparecerá aquí entre mis recomendaciones (aunque puede que use las fotos para que te hagas una idea del destino.)

En qué te afecta como marca: Si quieres atraer clientes reales, déjame probar experiencias reales. Me encanta colarme en los sitios hasta la cocina y conocer a fondo el qué y el por qué, me ayuda a hablar mejor del producto o destino, pero no escribiré sobre ello si el resto de personas no lo pueden hacer.

3.- Este blog solo publica sobre destinos que ha visitado en los dos últimos años

A veces me invitan a escribir sobre destinos que visité hace muchos años. No lo encontrarás aquí, salvo que haga una retrospectiva del destino o hable de mi experiencia personal viajando cuando era niña (creo que solo lo he hecho una vez) y, aún así, sería de manera indirecta.

He viajado mucho desde pequeña: Marruecos, Mexico, Estados Unidos, Francia, Alemania, Grecia, Luxemburgo… os hacéis una idea. Pero no voy a escribir sobre ello salvo que vuelva a ir por allí. ¿Por qué? Porque los destinos, al igual que las personas, cambian enormemente con el paso de los años y me parece igual de engañoso hablar de Ciudad de México cuando hace unos ocho años que no la visito, que de un destino que no he visitado en la vida. Sí, puede que sepa más cosas de CDMX que alguien que nunca ha estado allí, pero no os estaría contando todo lo que necesitais saber o estaría escribiendo «de oídas».

En qué te afecta como marca: Si tu objetivo es que hable de un destino que no está publicado en el blog, pregúntame. Puede que haya estado allí recientemente pero todavía no haya publicado nada o puede que tenga que volver. En cualquier caso, no asumas que escribiré sobre cualquier destino solo porque lo visité hace 15 años.

4.- Este blog escribe principalmente en español (aunque intento que también esté disponible en inglés)

Este proyecto empezó en el 2011 como una forma de testear lo que aprendía de contenido web, SEO y redes sociales. Con el tiempo, el blog fue creciendo y atrayendo lectores por sí mismo; y con ellos también llamó la atención de algunas marcas y destinos. Esta es la razón por la que empecé a escribir en inglés, para que las marcas pudiesen entender qué tipo de cosas escribo o sobre qué me gusta hablar.

La verdad, el inglés es tan solo mi segundo idioma (algunos dirían que el tercero), así que el contenido no es una traducción literal. Además, el sarcasmo y la retranca no se entienden del todo bien cuando traduces, así que en inglés hay bastante menos.

Algunas personas me han preguntado por qué no escribo en gallego también. La respuesta es pragmática: hay menos lectores y tengo poco tiempo real para hacerlo. Conste que me gustaría y sigo a algunos bloggers muy interesantes que sólo escriben en gallego.

En qué te afecta como marca: Si quieres que el contenido se mueva en inglés, le puedo dar prioridad. Si quieres que sea en inglés y en español, dímelo abiertamente también. Eso sí, no esperes una traducción literal ni que publique ambos textos simultáneamente salvo que lo hayamos acordado.

Además, te puedo dar datos desagregados de los perfiles y seguidores en cada idioma (anónimos y con fuentes validadas) si hace falta, para que conozcas el alcance real.

5.- Este blog tiene un compromiso con el turismo sostenible y responsable

Pero sostenible de verdad. Ni sólo medioambientalmente ni sólo económicamente. Pero yendo a lo práctico, esto es lo que significa:

  • Doy prioridad a los destinos menos conocidos y menos masificados, sobre todas las cosas
  • Si un destino merece la pena, pero está masificado en verano, no me verás promocionarlo para que vayas en verano. Sí para que vayas en temporada baja o media, con recursos para que tu visita sea lo más responsable y disfrutona posible
  • No promociono eventos y acciones irresponsables. Y si algo me genera dudas, te lo diré abiertamente.
  • Como local, consumo local y compro local siempre que puedo. Ni camisetas de «alguien que me quería se acordó de mí», ni Starbucks en la otra punta del mundo (salvo que sea lo único abierto a esa hora y no consiga wifi.)
  • No escondo las realidades de los destinos. Si algo es feo, se hace mal o está roto, lo verás como yo lo veo. Si el día es malo o llueve, lo verás como es, y no como lo ve un preset del photoshop o de lightroom
  • No me verás publicitar espectáculos «para turistas». Si es la única forma de ver ese recurso cultural, puede que te lo indique, pero si existe una alternativa para ver «ruadas» en Galicia, «sumo» en Tokio o bailes típicos en Puebla de los Ángeles, siempre te hablaré de la alternativa real y de cómo disfrutarla de forma responsable.

En qué te afecta como marca: Voy a ser transparente. No me importa que llevarme de safari te cueste una burrada, si perjudica a los habitantes de la zona o no paga impuestos locales. Ni que tengas un proyecto chulísimo en Mallorca si importas todos los alimentos del extranjero y no contratas a nadie de la zona. Ser responsable no sólo es diseñar un producto sostenible medioambientalmente, tiene que ser también social y económicamente responsable. Ahora bien, puede que haya una razón para esto, cuéntamela, puede que entre todos veamos opciones para mejorar el proyecto.

Ah, no esperes ultra retoques fotográficos ni composiciones digitales extremas. Puede que las tardes de lluvia no atraigan a tanta gente en Instagram, pero todos mis seguidores son viajeros reales y saben que, por muy de viaje que estés, a veces llueve.

6.- Este blog no realiza publicidad o promociones engañosas, confusas o poco claras

Si publico un artículo a raíz de una invitación a visitar un destino o a asistir a un evento, siempre lo verás indicado al final del artículo. Existen muchas «opiniones» sobre lo que debe o no debe cobrar un blogger y si debe pagársele para que asista o no a un press trip. Para mí la diferencia es clara:

  • Si la invitación incluye a) fechas de entrega, b) obligación de publicar en el blog o en redes sociales, c) cesión de fotografías o derechos de imagen, d) inserción de links, e) contenidos para terceros o cualquier otro entregable a beneficio de quien invita o de un tercero, estamos hablando de un trabajo y debería ser remunerado como tal. El viaje en sí no es una remuneración, es la materia prima para trabajar. Mis lectores y/o seguidores tendreis información clara para saber que esta acción es publicitaria o promocional.
  • Si la invitación no incluye exigencias sobre publicaciones (número, frecuencia, canales, etc.) ni me presionan para que publique el artículo en una fecha concreta, ni ninguna de las otras cuestiones del punto anterior, entonces estamos hablando de un press trip para que descubra lo mejor del destino. Aparecerá publicado en el artículo, que lo que he experimentado proviene de una invitación, pero escribiré sobre el destino como haría si lo hubiese visitado yo (eligiendo libremente qué destaco, que no recomiendo y cómo o cuando lo cuento). En algún caso, puede que la marca o destino cubra los gastos del viaje hasta allí (porque una cosa es hablar de tu destino gratis y otra que además me cueste dinero).

En qué te afecta como marca: Si escribo a raíz de una invitación o de un acuerdo de colaboración los lectores lo sabrán. No me propongas ocultar la colaboración, por favor. Por supuesto, los datos confidenciales son confidenciales, pero no que estamos trabajando juntos.

Además, no me propongas «viajar gratis» si lo que quieres es que te haga una campaña de publicidad en vivo, con sus publicaciones mínimas por día, su interacción en redes sociales y su fecha límite de publicación en el blog. Si quieres que cumpla objetivos y que etiquete a quien tu quieres como tú quieres, hazme una propuesta.

Si lo que quieres es invitarme a descubrir un destino o servicio, pero dándome la libertad necesaria para que disfrute del viaje y escriba un buen artículo que encaje en el estilo y contenidos del blog, envíame una propuesta de fechas y veré si encaja en mi calendario de trabajo. Me gusta descubrir destinos poco conocidos o destinos más populares de una forma alternativa. Eso sí, si el destino está lejos de donde esté (es decir, que no me pilla de paso en ese momento), puede que te pida colaboración para cubrir los gastos de viaje hasta tu destino.

7.- Este blog no vende enlaces dofollow

Para lo que no sabéis en qué consiste esto, os diré que durante muchos años, las agencias de desarrollo web y marketing digital han vendido a sus clientes posicionamiento SEO a base de comprar enlaces dofollow desde otras webs. Esto, que muchas veces es irrelevante para los lectores, es una forma de publicidad encubierta (cuando está bien hecho) y para algunos blogs ha sido la mejor (si no la única) de conseguir ingresos. Pero es una engañifa.

En primer lugar, comprar enlaces para tus clientes es una forma de posicionar en Google rápido que el propio Google ha perseguido desde el inicio de los tiempos, porque indica una relevancia ficticia de la página (vamos que la gente intenta ser más lista que Google y al señor Google esto no le gusta).

Puede que te pillen, puede que no, pero si te pillan tu web puede desaparecer del mapa en cuestión de segundos. Yo no estoy dispuesta a esto, me paguen lo que me quieran pagar. Y menos si esto implica que quien me lo propone piensa que mi web solo le interesa para SEO y que los lectores de este sitio no son importantes o atractivos.

En qué te afecta como marca: Si crees que mi contenido es bueno para tu marca y que tu marca es interesante para la gente que lee estas páginas, escríbeme un mail y hablaremos. Pero no me pidas lo que no voy a hacer.

8.- Este blog no promociona acciones ilegales o incívicas

Algunas personas me han cuestionado que hable de graffiti en el blog o de plataformas como Airbnb. No os engaño, hay partes muy negativas del street art y muy negativas de la economía colaborativa o incluso de los viajes en general. Yo no promuevo ninguna de estas acciones. Forma parte de mi concepto de turismo sostenible y responsable.

Si me lees con frecuencia, habrás visto que no me gusta la gente que destroza la propiedad privada o pública, que no fomento el taggeo (las firmas que emborronan la mayoría de las ciudades) y que suelo hablar de proyectos legales, comisionados o intervenciones artísticas en las que los artistas colaboran con la economía y propietarios locales. Como en casi todo, hay formas de hacer las cosas bien, incluso cuando son alternativas y underground.

Lo mismo con Airbnb, plataformas de reservas, tours guiados, etc. Si existe una forma de hacer algo nuevo sin perjudicar a la comunidad, el medioambiente o los recursos locales, te lo contaré aquí. Si no, pues no.

En qué te afecta como marca: No me preocupa que haya polémica en torno a tu marca o que tu servicio sea criticado. Cuéntame por qué no debería serlo y me crearé una opinión seria y contrastada. Lo que no voy a hacer es darle bombo a las cosas que creo que no son lícitas o que son perjudiciales (echa un vistazo al punto de la sostenibilidad arriba.)

9.- Este blog no copia contenido ni publica contenido prefabricado

Me molesta mucho que me copien contenido, lo hagan mencionándome o no. Por eso he incluido un aviso de derechos de autor al pie de todas las páginas del blog y mis fotos tienen marca de agua. Eso no implica que no haya quien intente copiarme de vez en cuando. En cuanto lo localizo, solicito que lo retiren y denuncio.

Por lo mismo, no copio contenido de terceros ni publico contenido prefabricado, por mucho que me ofrezcan por publicarlo o por mucho que algunos me intenten presionar para que publique más a menudo. Es cutre y no aporta nada a nadie, mucho menos en un sitio que, como te pongo arriba, habla de experiencias reales.

En qué te afecta como marca: No me ofrezcas contenido prefabricado, lo hayan escrito escritores expertos o no. No me interesa. Tampoco me copies contenido, por favor.

10.- Incluyo links de afiliados, pero ninguno de ellos supone un gasto adicional a la marca ni a los lectores

Como comentaba en un punto anterior, a veces me invitan a viajes de prensa gratis pero, la mayoría de veces, me pago yo los viajes. Una de las formas de financiar esto (y lo que cuesta mantener este sitio activo y funcionando) es incluir enlaces de afiliados que me pagan una pequeña comisión por las ventas que llegan desde mi sitio web.

Estos enlaces son nofollow e intento que no te envíen a plataformas que fomentan el monopolio o establecen condiciones consideradas abusivas por la mayoría de la industria turística. Y nunca incrementan el coste de tu compra si es que al final decides comprar alguna cosa. Además, siempre eres tú quien decide comprar o no y ni yo les envío información sobre los usuarios de mi web ni ellos me envían información sobre sus compradores.

Además, incluir enlaces de afiliados me permite saber qué tan útil es mi sitio para las marcas, ya que me permite saber (hasta un cierto punto, ya que al final sois vosotros los que decidís dónde y cuándo comprar) si mis recomendaciones provocan vuestro interés de verdad o sólo venís aquí buscando información general.

En qué te afecta como marca: No me propongas que escriba sobre algún producto o servicio a cambio de una comisión de afiliados. Si quieres un publirreportaje o publicidad, hazme una oferta económica seria. Si quieres que escriba sobre tí gratis, genera curiosidad y capta mi atención, como te comentaba en el primer punto, solo escribo sobre aquello que uso y que he experimentado o visitado.

Si quieres que añada tu red de afiliados a mi sitio web, analiza mi contenido bien. Me llegan continuamente ofertas para hablar de productos a cambio de unos hipotéticos ingresos a través de enlaces de afiliados, pero la mayoría de veces el contenido no es interesante para mis lectores ni encaja en mi contenido. Si quieres que escriba sobre tí, repasa los puntos anteriores, pero no me ofrezcas un enlace de afiliados que no es rentabilizable salvo que me tire todo el año escribiendo sobre tu producto, o que sólo puedo usar para destinos sobre los que no escribo; no lo haré.

Además, si quieres controlar qué enlaces pongo (por ejemplo, si enlazo a la web de tu hotel o a hoteles.com) hazme una oferta o cuéntame por qué debería cambiar el enlace.

11.- Este blog se opone al chantaje y a las tácticas desleales

Muchas veces se critica a los influencers por enviar propuestas de trabajo en las que se solicitan productos o servicios gratis a cambio de hablar de ello en sus redes o blogs. No estoy en contra de esto, siempre y cuando se sea claro de que lo que se está ofreciendo por parte del blog es publicidad de un servicio que, algunas veces, es terriblemente costoso; y que la marca (que tiene la libertad siempre de aceptar o no) recibe a cambio promoción a un coste muy bajo en las plataformas acordadas.

Escandalizarse por esto y no escandalizarse porque Mahou y CocaCola tienen las terrazas de los bares llenas de sus logotipos es absurdo. Si alguien no quiere colaborar o no le compensa la publicidad, puede decir que no.  Eso sí,  si alguien hace chantaje, diciendo que va a poner verde a la persona en cuestión si no le da lo que quiere, hay que denunciar. Este tipo de acciones perjudican la credibilidad de todos y hay un par de faltas y delitos bajo los que podrían caer. Desde luego, a mi nunca me verás chantajear a nadie.

Por el otro lado, a veces te invitan a conocer un producto o servicio y cuando ya estás a punto de subirte al avión (con la consecuencia de gastos que supone) te dicen que tienes que firmar un contrato con mil y pico exigencias y «compromisos» para acudir al viaje. Esto es otra forma de chantaje y es de trileros. Si alguien quiere algo, que lo pida abiertamente, no pasa nada, habrá quien diga que sí y quien diga que no. Yo soy de las que prefieren no ceder al chantaje.

En qué te afecta como marca: Que seré transparente en mis ofertas y los servicios que presto. Y si alguien (bloguero o marca) hace chantaje lo diré abiertamente.

12.- Este blog no vende contactos (directa ni indirectamente)

La protección de la información de los que llegais hasta aquí es importante para mí. Si te suscribes a mi lista de correo o decides enviarme un mail, no lo usaré para nada más que para lo que para enviarte eses correos o para responderte al email. Si participas en un concurso, solo para ese concurso (y para darte el premio si ganas). Y así con todo.

Si alguna marca o producto quiere construir una base de datos lo tiene que hacer con su propio esfuerzo. Y esto implica que yo tampoco participo en concursos en los que tú te tienes que dar de alta en una lista para que yo gane algo, ni en promociones en las que cedo vuestros datos a cambio de dinero o cualquier otra cosa. Está en la política de protección de datos, pero tampoco está mal que lo recuerde por aquí.

En qué te afecta como marca: No me pidas que te venda mi base de datos, no está a la venta. Pero seguro que hay más opciones de colaborar, habla conmigo.

13.- Este blog no acepta regalos por valor superior a 250€

E incluso si el valor es inferior a los 250€, me reservo el derecho a devolverlo.

Muchos departamentos de prensa y marketing tienen por costumbre hacer regalos con el objetivo de que conozcas las marcas con las que trabajan y, finalmente, escribas sobre ello. Creo que existen canales alternativos para alcanzar este objetivo de una forma sana y transparente, pero si una marca quiere tener un detalle conmigo, deberá saber que:

  • cualquier regalo cuyo valor supere los 250€ será devuelto al remitente
  • cualquier regalo cuyo valor supere los 50€ y que acepte, será publicado en esta página

En qué te afecta como marca: Justo lo que pongo arriba. Regalos por valor superior a 50€ se publicarán en esta página y permanecerán publicados durante todo el trimestre. Regalos por valor por encima de 250€ serán devueltos al remitente.

Si lo que quieres es que pruebe el producto o servicio, por favor ponlo claro. Una vez los pruebe, si siguen siendo utilizables (no se consumen ni pierden valor con el uso), seguirán el mismo criterio que los regalos.

14.- Este blog no compra seguidores ni tráfico ficticio

Me parece absurdo que las marcas trabajen con los bloggers solo porque tienen un número abultado de seguidores y no porque encajen con su mensaje, su estilo de comunicación o porque les ayuden a llegar al nicho adecuado de viajeros. Pero es una realidad, así que muchos blogueros compran seguidores o siguen estrategias cansinas a través de bots y grupos que inflan los datos.

Yo me niego a hacerlo. Ni compro seguidores, ni tengo bots, ni uso pods, ni nada de esto. Reconozco que los he probado para saber qué ofrecer y no a mis clientes del campo del marketing digital. Pero por eso mismo sé que no son recomendables. Así que no, no los uso en mis cuentas del blog y los datos que ves son reales, pequeñitos pero reales.

En qué te afecta como marca: Los datos que ves son pequeños pero reales. Si quieres auditar mis analíticas o mis resultados, tengo implementadas plataformas para hacerlo y seré transparente con toda la información y, además, puedo explicar picos de actividad, bajadas, porcentajes y demás.

15.- En este blog los comentarios son moderados

Esto quiere decir que cuando envías un comentario, no aparece automáticamente publicado. Hago esto por tres motivos:

  • porque algunas personas utilizan los comentarios para generar enlaces a sus sitios web, aun cuando lo que ponen es irrelevante o es inconexo con el contenido del blog (al post de 2014 donde explico cómo hacer el check in online, suelen llegar comentarios sobre crear facturas online…)
  • para evitar el spam, los comentarios ofensivos y las tonterías (sí, yo también tengo algún troll, pero me hacen más gracia que gasto.)
  • porque intento contestar cada comentario personalmente y a tiempo, cosa que se hace más difícil si los comentarios se publican automáticamente, ya que el sistema no los marca de forma especial (cosa que sí hace cuando son moderados.)

En qué te afecta como marca: En principio en nada, salvo que puede que elimine tu link nofollow del comentario si veo que es totalmente improcedente. En cualquier caso, no sé en qué te iba a beneficiar tener un link así salvo que quieras «engañar» a Google.

16.- Este blog paga impuestos

Sí, parece que no haría falta aclarar un punto así, pero como de vez en cuando me ofrecen pagarme en «B» y mucha gente se piensa que esto es un simple hobby, pues prefiero aclararlo.

No gano los 5.000€ por post que dicen en la televisión que se paga a algunas influencers, pero también es verdad que mi trabajo y mi repercusión es diferente. Ni mejor, ni peor, solo diferente. Eso sí, hasta donde los esfuerzos y el conocimiento alcanzan todo es legal. Y que lo sea es una de las cosas que intento desde la asociación de bloggers de viajes de Galicia, GaliciaTB.

¿Esto me hace mejor blogger? No, hay quien no gana nada (sí, nada, nothing, rien de rien) escribiendo en Internet y por tanto no paga impuestos. Pero si apuesto por el turismo sostenible y responsable, no puedo dejar de cumplir con esto.

En qué te afecta como marca: Emito facturas, con su IVA, su IRPF y sus restos de cosas bonitas. Trabajar en B no me aporta nada (sí, hay un 21% de margen que se queda el Ministerio de Hacienda, pero esa ya es otra cuestión), tenlo en cuenta cuando me lo propongas.

 

¿Dudas o preguntas? Contacta conmigo, si soy capaz de aclarar hasta la saciedad como llegar de la T4S a la T1, también puedo aclarar cualquiera de los puntos de arriba. Al fin y al cabo, me dedico a esto.

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