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Casa A Pedreira Cuntis

Bed&Breakfast

Dirección: 32, Troans, Folgar

A Pedreira es probablemente una de las casas rurales con más encanto del interior de la provincia de Pontevedra. Aunque está prácticamente a la misma distancia de Santiago y de Pontevedra, y a media hora nada más de las cascadas del río Barosa y a poco más de la ría de Arousa, suele pasar desapercibida por los viajeros que se acercan a Galicia por sus costas y es una pena.

Fue el primer alojamiento turístico de Galicia en obtener la certificación Starlight (solo hay otro en Ourense) por la calidad de sus cielos para ver las estrellas por la noche. Y lo celebra organizando una vez al mes (aproximadamente) un evento para ver las estrellas con astrónomos de la Universidad de Vigo, cenar algo diferente con cocineros de distintas partes de Galicia o realizar alguna actividad tipo yoga o senderismo (o un concierto o cena con monólogos de teatro…)

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Características Casa A Pedreira
Tipo Casa Rural
Ambiente Familiar
Ubicación Rural | Interior (aguas termales)
Decoración Rústico Moderno
Restaurante | Desayuno No – Eventos y ocasiones especiales | Sí – Casero
Aparcamiento

Las actividades adicionales las puedes reservar en su página web (cada vez son diferentes) y la energía de la dueña Marian hace que siempre sean un éxito y que todos los asistentes conecten entre sí.

Además, las habitaciones son todas diferentes. Aprovechando la configuración de una casona tradicional gallega de piedra y con un diseño moderno y a la vez tradicional, encontrarás habitaciones amplias y cómodas. Eso sí, no hay ascensor, aunque tienen habitaciones en la planta baja si necesitas de mayor movilidad.

La encontrarás a medio camino entre la villa termal de Cuntis y la villa termal de Caldas de Reis, rodeada de naturaleza y cerca de rutas de senderismo que pasan por antiguos molinos y puentes o petroglifos milenarios.Además ofrecen sus propio servicio de masajes con barro de la zona ¡dentro del palomar! Confieso que no los he probado, pero porque ya sólo entrar al palomar de piedra restaurado por su puerta minúscula me parece una odisea.

También tiene su propia piscina y un enorme jardín con camelias centenarias (la que está frente a la entrada pertenece a la Ruta de la Camelia), palomar (donde dan masajes ayurvédicos) y rincones para sentarse a leer escuchando el sonido de los pájaros.

Vamos, que es un planazo para un fin de semana tranquilito y de relax.

Ojo, que también le apasiona a los amantes del Camino de Santiago que se saltan los albergues y van de hotelito con encanto en hotelito con encanto. Y no me extraña: se duerme bien, se come bien y el entorno es espectacular.

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