Que no me haya ido de vacaciones no quita para que me pueda hacer una escapadita dominguera a las playas del norte de Portugal. De paso que voy, os dejo un par de imágenes y ánimo a los que no os habéis ido aún de vacaciones, #yaestamosenAgosto!!
Vila Praia de Áncora es, después de Moledo, la segunda playa portuguesa más al norte en la costa del Atlántico (pasado Moledo hay varias playas, pero en el estuario del rio Miño, no en mar abierto.) La localidad, muy cercana a Caminha, está cortada por la vía del tren, pero el entorno dunar y el ambiente relajado y playero hacen que sea uno de los puntos en los que parar. Por aquí pasa, además el camino portugués de la costa del Camino de Santiago y la ecopista que conecta las poblaciones de costa entre Viana do Castelo y Vilanova de Cerveira.
Es un buen punto para venir a aprender a hacer surf (hay un par de escuelas) y para ver la desembocadura del Miño, a pocos metros hacia arriba, con la isla del Forte da Ínsua y en línea con el Forte de Lagarteira hacia el siguiente fuerte defensivo del Forte do Cao, pasando la playa de Ancora.
Lo que es la villa en sí tiene algunos edificios interesantes con los típicos azulejos portugueses, aunque mis favoritas son las casas marineras con los faros (arriba en la cabecera) que encontrarás al lado del Forte de Lagarteira (visitable cuando hay conciertos y exposiciones).
Cerca de aquí también encontrarás el Dolmen de Barrosa, el Forte do Cao, Caminha y los molinos de Carreço. Y subiendo al Monte Calvario, hay una buena perspectiva sobre la playa.