Toda España asocia de forma casi natural a Portugal con el bacalao, eso es así. Que si es donde mejor lo preparan, que si es el mejor sitio para comprarlo, que si tienen más de 1.000 recetas distintas con bacalao… para muchos no existe viajes ni excursión a Portugal en la que no se incluya un plato de pescado. Pero ¿de dónde sale tanto? Esta pregunta la puedes responder viajando hasta Ílhavo, a un pasito de Aveiro.
Y no, no es el único motivo para viajar hasta este interesante rincón del centro de Portugal. Te cuento qué no te puedes perder en Ílhavo para que los añadas sa tu próximo viaje:
El Museo Marítimo (Museu Marítimo de Ílhavo) y el acuario de bacalaos
Para responder a la pregunta de arriba, la primera parada en Ílhavo debería ser en el Museu Marítimo de Ílhavo. Desde la historia de la navegación portuguesa a cómo eran los barcos bacaladeros que pescaban en Terranova y cómo vivían los portugueses que se pasaban meses en alta mar para traernos este manjar, este rincón de Ílhavo narra las curiosidades de la pesca y la cultura marítima y marinera en primera persona. Y por eso se ha convertido en uno de los imprescindibles en la región de Aveiro tanto para familias como para los amantes de la cultura portuguesa.
Barcos tradicionales, colecciones de algas y malacología (moluscos), pinturas, utensilios… sus visitas guiadas duran 45 minutos y son muy top. Además, te puedes subir al barco bacaladero y a un moliceiro si no lo has hecho aún (aunque por el COVID ahora no se puede).
Además, uno de sus puntos más chulos con los peques es descubrir cómo son los bacalaos de verdad. Este tipo de bacalao que «lasca» y que tanto nos gusta de las cocinas portuguesas se puede descubrir en el acuario del museo. Un gran depósito de agua que permite visitarlos un ratito y ver cómo se mueven (dicen que es el único acuario con bacalaos del mundo).
Dato: Dicen que el portugués medio come 7 kilos de bacalao al año. A ver, parece que es mucho si tenemos en cuenta que los españoles comemos una media de 1 kilo de bacalao al año por persona y que una foca come 60 kilos al día.
El Barco-Museo Santo André
Después de ver el museo, una visita de lo más recomendable es acercarse al Santo André, un barco bacaladero de los últimos que estuvieron en la flota portuguesa de arrastre clásico. El barco «nació» en 1948 con una bodega en la que cabían 20.000 quintales de pescado, y dejaría de pescar en 1997 (como referencia en 1992 Terranova cerró sus caladeros).
A ver, para los de letras, un quintal era una medida antigua que en el sistema internacional hoy significa 100 kilos y por tanto hablamos de 2.000 toneladas de bacalaos, que ya es una cantidad considerable que serviría para surtir de bacalao durante un año a toda la población de Oporto y aún así nos sobraría un poco de bacalao para los que vamos de visita.
El santo André está en reparación y todavía no hay fecha para visitarlo (consultad en el museo por las actualizaciones). Pero sí es posible acercarse al Jardín Oudinot y la antigua zona industrial donde se encuentra. Además, aquí es donde se realiza el festival del Bacalhau.
Y, ya que estamos, también te recomiendo un paseo por la zona, donde encontrarás la Capilla de Nossa Senhora dos Navegantes. Construída por los pilotos de Barra en 1863, es el lugar de donde parte la fiesta homónima el tercer fin de semana de septiembre.
Dónde comer en ílhavo
Comer en Ílhavo debería ser uno de los imprescindibles de la lista pero como no puedes pasarte todo el día de restaurante en restaurante, te cuento cuáles son mis restaurantes recomendados en Ílhavo para que escojas en función de tus preferencias (o de tu agenda):
En Costa Nova: A Canastra do Fidalgo es sinónimo de pescado súper fresco, anguilas fritas y mariscos. Además no te puedes ir sin pedir su pastel de bolacha. En temporada alta y fines de semana, mejor reservar. Puedes hacerlo en su web: https://canastradofidalgo.pt/
En Vista Alegre, el restaurante del hotel Vista Alegre. Recetas tradicionales revisitadas como un impresionante Bacalhau à Brás, las anguilas fritas o el milhojas de ovos moles. Aunque ahora mismo solo acogen a huéspedes del hotel, apúntatelo, no te vas a equivocar.
En el centro de Ílhavo: O Navegante con una mezcla de trabajadores locales y hombres de negocios y un menú del día (y de carta) que incluye marisco, pescados y carne. Antes se podía reservar online en El Tenedor, pero parece que se han dado de baja.
Te cuento más opciones en mi lista de recomendaciones para comer en Aveiro y su ría.
Navegar por la ría de Aveiro
Aprovechando que estamos en el puerto y que la ría es un territorio espectacular, una visita a Ílhavo es una buena oportunidad para navegar y descubrir algunos de los secretos de la ría que nada tiene que ver con los famosos barcos moliceiros y los esteiros de los que te hablaba en mis imprescindibles en la ciudad de Aveiro.
Desde barcos todavía en activo con cientos de gaviotas que revolotean buscando un delicioso manjar a los mariscadores que recogen las magníficas almejas y ostras que ofrece la ría.
O ir buscando los distintos faros que salpican una costa llena de entrantes y salientes, de pequeños puertos deportivos y de importantes puertos pesqueros.
La playa y el faro de Barra
Entre todas las cosas imprescindibles que ver en Ílhavo no podría faltar una visita a sus dos playas más conocidas. La primera, la playa de Barra, que es junto a Sao Jacinto donde desdemboca la ría de Aveiro. Una playa extensa en la que tomar el sol y mezclarse entre veraneantes y pescadores que caña en mano buscan la captura más fresca.
Una playa que, además, está coronada por un famoso faro, el más alto de Portugal (el más alto de España es el de Chipiona, aunque solo hay un metro de diferencia) y que, además se puede visitar. Hay tres visitas al día los miércoles por la tarde, pero se puede concertar una visita en martes o jueves con reserva previa y autorización portuaria (mejor contactar con la oficina de turismo antes y que os ayuden a organizarlo).
Truco: Desde Barra se puede ir en barco (ferry) a Sao Jacinto y su famoso parque natural de las dunas de San Jacinto. Para visitar las dunas hace falta autorización que se consigue en el centro de interpretación que hay en el acceso al parque o enviar un email al drcnf.centro@icnf.pt u organizar una visita con guía (mismo email).
Truco2: Desde Barra se puede ir andando al siguiente punto a través del Passadiço (pasarelas de madera) del cordón dunar.
Playa de Costa Nova y casas
Si hay una estampa que ha llenado las redes sociales en los últimos años es la de las coloridas casas de rayas de Costa Nova. Los «palheiros» eran los edificios de los pescadores: almacenes para las redes y aparejos de pesca que hoy se han revalorizado como espectaculares casas de veraneo.
Como algunos me lo habéis preguntado, en Costa Nova lo interesante son las casas, la playa y comer (os recomiendo un sitio más abajo) pero además está el paseo hasta Barra (del que os hablo arriba) o las clases de surf (uno de los surfistas que desarrolló el programa que ayuda a puntuar en las olimpiadas las pruebas de Surf es de aquí). Si prefieres visita guiada, lo único que he podido encontrar es un free tour vía Civitatis, pero no lo he hecho.
El imprescindible Vista Alegre
A un paso de la ciudad de Ílhavo se encuentra Vista Alegre, lo que en su momento fue una ciudad construida alrededor de la fábrica de Vista Alegre para dar servicio a los trabajadores que diseñaban y producían sus famosísimas porcelanas. Hoy en día la fábrica sigue activa, pero también es un importante museo (con una de las colecciones más importantes del mundo en su tipo) y el showroom (y tienda) de la marca.
En el complejo Vista Alegre se encuentran además dos monumentos nacionales en uno: la Capilla da Nossa Senhora da Penha de França. Este edificio del siglo XVII forma parte de la visita al Museo (se puede reservar una visita por separado) y es un imprescindible no sólo por sus frescos, sino por el interior, que ha dado lugar a numerosas leyendas.
Os cuento más sobre por qué deberías visitar Vista Alegre en este artículo sobre el Hotel Montebelo y el Complejo Vista Alegre.
Extra: Qué ver cerca de Ílhavo
La región de Aveiro, que es donde se encuentra Ílhavo está llena de lugares únicos y diferentes. Te cuento mis favoritos en este artículo sobre los imprescindibles en los alrededores de Aveiro.
Además, si quieres seguir explorando las playas del centro de Portugal, acércate a la zona de Coimbra y a su interminable playa de Figueira da Foz. Por supuesto, ya que estás yo te recomendaría parar en Coimbra, que es patrimonio de la humanidad.
Y si buscas un paisaje de interior, yo me iría hacia el embalse de Aguieira y las Montanhas Mágicas.
Dónde dormir en Ílhavo
Decir que en Ílhavo se encuentra uno de los mejores hoteles del centro de Portugal puede sonar a exageración pero no lo es. Te cuento por qué deberías añadirlo a tu lista de opciones en este artículo con mi experiencia en el Hotel Montebelo Vista Alegre.