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Los 15 momentos más raros a bordo de un avión (un recopilatorio de despropósitos divertidos y alguna cosa surrealista)

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Uno de mis amigos se va a subir a un avión por primera vez y, no sé muy bien por qué, piensa que hablar con alguien que ha viajado mucho le ayudará a calmar esa ansiedad del primer viaje (especialmente con mi parentesco no reconocido con Murphy, el de la ley). Así que, tras explicarle los básicos sobre cómo moverse por el aeropuerto, pasaportes, billetes y algunos consejos para deshacerse del estrés de viajar, empezamos a hablar de esas cosas curiosas que te pueden pasar y algunas anécdotas raras, surrealistas e inesperadas que me han pasado viajando.

Pensé que sería divertido compartir un par de ellas con vosotros. Y, por supuesto, me encantaría conocer las vuestras!!

Estos son mis 15 momentos más extraños que me han pasado en un avión (o cerca)

15. El jetlag me hizo pedir una bolsa de aguacates

Cuando: 1992.

Viajar puede se estresante y cansado y además se le juntan un montón de idiomas diferentes, acentos y un despiste total. Así que en un vuelo de vuelta de Mexico, en lugar de pedir «cacahuates», pedí una bolsa de aguacates. El azafato (por aquel enconces, de asistentes de vuelo nada) me miró con una cara de poema que para qué, me dijo «no tenemos aguacates» y se fue. A mi hermana le entró un ataque de risa sideral, yo no entendía nada y nunca me trajeron mi bolsa de cacahuetes.

No es de lo más gracioso, pero le puede pasar a cualquiera.

14. Nuestras maletas viajaron el triple que nosotros (alguien no aprobó geografía…)

Cuando: allá por los 80s.

Hay bastantes ciudades que contienen la palabra «Santiago» en su nombre (no se puede decir que seamos muy originales.) Hasta ahí no pasaría más si no fuese porque 5 de esas ciudades tienen aeropuerto y que de esas 5, 3 tienen un código IATA (los códigos de los aeropuertos) que empiezan por SC…

Así que… ¿qué probabilidad había para que alguien se equivocase? Pues parece que mucha porque nuestras maletas acabaron en Santiago de Chile (SCL) en lugar de en Santiago de Compostela (SCQ). Cómo se pudieron confundir dos ciudades de continentes distintos, es un gran misterio sin resolver.

13. Sí, los que vuelan en Ryanair aplauden, sin motivo aparente

Cuando: 2015.
El año pasado fue mi primer vuelo con Ryanair. Tras años evitando como podía la ruidosa, cutre y abusiva aerolínea (según la opinión de muchos de mis amigos), no me sorprendieron los cutre asientos o el ruido en la cabina y los sorteos, sino que al aterrizar todo el mundo se pusiese a aplaudir, incluso cuando el aterrizaje fuese bastante regulero. No pude evitar preguntar por qué aplaudian, al parecer es bastante común en la aerolínea.

12. Lost in translation versión Spanglish (o la «discusión» por unas cartas)

Cuando: 1998.

Nos íbamos a Irlanda (a estudiar inglés) y nuestra profesora nos dijo que practicásemos un poco hablando con el personal del vuelo. Así que uno de nuestros amigos (al parecer el más formal de todos) pidió un juego de cartas (British Airways solía tener juegos de cartas), pero no salió bien. Transcribo:
– Excuse me, ¿do you have letters?
– Letters?
– Yes, do you have letters? to play…
– No, I don’t understand. We don’t have letters. You mean, paper, to write?
– No, no write, play. You don’t have letters?
….
– Where is your teacher?

*letters = cartas / cartas = cards (basta con traducir para descubrir por donde vino el problema)

View from the window, flying over the Japan Alps

11. Hay que apoyar al jefe ¿pero tanto?

Cuando: 2009.

El CEO de la empresa en la que estaba trabajando tenía un porrón de miedo a volar tras el 11 de Septiembre. Yo no sabía por qué el resto del equipo había escogido sentarse en otra fila, hasta que insistió en que nos diésemos la mano durante todo el despegue. Fue taaaaaan raro que no sube cómo reaccionar, así que nos dimos la mano.

10. Te pueden mirar mal, por cosas insospechadas

Cuándo: 2000.

Nos ascendieron de categoría en nuestro vuelo a Puerto Vallarta y estábamos disfrutando de la buena vida, hasta que mi hermana se pidió la última bolsa de patatas (su segunda última bolsa de patatas) y todos los de la cabina se dieron la vuelta a mirar. Parece que rompió algún tipo de regla no escrita sobre patatillas fritas, cosa que todavía desconozco.

09. Una mujer se puso en topless (por una buena razón)

Cuando: Hace un par de meses.

De vez en cuando te encuentras noticias extrañas sobre lo que sucede en los aviones, así que cuando la señora de al lado se sacó un pecho en el avión hice como que no iba conmigo… ¡Y no iba conmigo! Resulta que traía un bebé con ella, que entre el despiste y que llegué corriendo por una conexión de vuelos, no había visto.

Volar puede ser una mala experiencia para todos, especialmente si te duelen los oídos y no puedes tomar un caramelo o un chicle para evitar que se taponen. Si darle el pecho ayuda al niño, no tengo ningún problema, simplemente me sorprendió (mira que no ver al niño…)

08. Muy moderna, muy tecnológica… pero la tarjeta de embarque puede ir escrita a mano

Cuando: 2013.

Hace unos cuantos años no había embarque móvil en Vigo, así que tenías que imprimirte la tarjeta de embarque en casa. Pero, como soy una listilla y en Iberia no te cobraban por imprimir las tarjetas de embarque, pues me dio por no imprimir en casa y simplemente pasar por los mostradores de facturación para pedir una copia en el aeropuerto. ¿Qué podía salir mal?

Pues lo que podía pasar mal es que un día llegué tan al límite para la facturación (cierra 15 minutos antes de que cierre el embarque, lo que en el aeropuerto de Vigo es tiempo más que de sobra para pasar los controles y llegar a una de las 6 puertas de embarque que hay), que ya no me pudieron imprimir la tarjeta de embarque. Así que me lo tuvieron que hacer…. a mano! Os dejo una fotico, porque esto sí que es raro de ver.

handwritten boarding pass

07. Encontré a mi doble (gracias Iberia!)

Cuando: Hace 6 años.

Imaginaros que os subís al avión, sentaros en tu asiento y que llegue otra persona y os diga que estais en su sitio. Vale, no es tan raro. Lo raro es que tenga razón y que tú también tengas razón. ¿Veis el problema?

Tras un rato diciendo este es mi asiento, no es mi asiento, no mi asiento… me di cuenta de algo que descubriría el misterio (o algo así): la tarjeta de embarque de la otra Leticia Pérez (sí, mismo nombre y mismo asiento) llevaba mi número de tarjeta puntos de la aerolínea. Vamos, que en facturación se habían colado al imprimir el billete y nos dieron el mismo a las dos. Menos mal que había asientos disponibles, porque iba a ser difícil de explicar por qué bajaban a alguien por over booking cuando estaba en el aeropuerto y en el avión.

06. Hay sitios y sitios en los que ligar…

Cuando: 1999.

En el último tramo de uno de esos vuelos locos de 25 horas de aeropuerto en aeropuerto (4 aeropuertos, que se dice pronto), me senté en el vuelo y se me acercó un chaval rubio diciendo que me había sentado en su asiento. Yo estaba casi segura de que no y el vuelo iba casi vacío, así que cuando me preguntó si se podía sentar a milado farfullé un «siéntate donde quieras, parece que va el vuelo vacío» y me dormí.

Al recoger las maletas mi padre estaba como mega emocionado: «Venías con MS en el avión» (no tengo ni idea de fútbol, por si no lo sabíais) y le señaló… Parece que acababa de firmar un súper contrato con el Madrid o el Barcelona, ¿quién sabe? Desde luego escogió mal con quien flirtear en el vuelo.

05. 5 minutos volando al sitio incorrecto

Cuando: 2004.

En uno de esos vuelos que solía hacer cuando estaba en la Universidad, despegamos y el piloto dijo: «Bienvenidos a nuestro vuelo a Oviedo» ¿Oviedo? ¿Qué? ¿Cómo? El pánico se notaba en el ambiente (una amiga mía me miró como si le hubiese obligado a subir al avión que no era)… hasta que la gente empezó a darse cuenta que todos habíamos puesto la misma cara y que desde ese aeropuerto no había vuelos a Oviedo.

El piloto no habló en el resto del vuelo.

04. Un autobús con alas

Cuando: 1998.

Mucho antes de que se generalizasen las low cost y de que las aerolíneas europeas dejasen de darnos cacahuetes y cocacolas durante el vuelo, subí a mi primer vuelo de corto radio en Estados Unidos. El vuelo me pareció más un bus al pueblo que un vuelo: la gente iba con las maletas hasta la puerta (incluyendo las grandes), no nos llevaron hasta el avión hasta que estábamos los 12 pasajeros, la señora de al lado me sacó un tupper de pollo frito en mitad del vuelo y me contó su vida…

La verdad eran los 45 minutos más divertidos de todo el viaje.

Airports of the owrld

03. Turbulencias nivel parque de atracciones

Cuando: 1996.

Hay rutas que tienen turbulencias muy a menudo. Yo iba en uno de esos vuelos con mi hermana y leyendo uno de esos libros absurdos sobre las chorradas que poníamos en los exámenes. Tanto nos reimos que no nos dimos cuenta de las turbulencias, solo de que mi madre no paraba de mirarnos mal. Sinceramente, pensamos que estábamos haciendo un pequeño escándalo y nada más.

Al bajar, oímos al resto de los pasajeros, que pensaban que nos reíamos por las turbulencias (debieron ser de miedo porque hay quien comentó que debíamos pensar que era una montaña rusa.) Vamos, que…

02. Pedro y el lobo

Cuando: 2004.

En 2004 hacíamos el viaje de Ecuador de la Universidad (paso de ciclo, fiesta y viaje todos en un avión, los 3 cursos de la promoción y algunos amigos, vamos: todo un cuadro). Por aquel entonces todavía podías fumar en las últimas filas del avión y la gente se pasó todo el vuelo yendo hasta el fondo para fumar y hasta adelante para hablar con un amigo… La tripulación se estaba volviendo tan loca que empezaron a avisar de turbulencias para que la gente se sentase.

Y funcionó… hasta que dejó de funcionar y se pasaron medio vuelo haciéndolo. Menos mal que sólo fueron 10 horas de vuelo!

01. «She was a criminal, criminal»

Cuando: 1998.

En una de las raras ocasiones en las que me da por hablar con la persona que se sienta a mi lado, vuelo largo de 11 horitas de ná… Ella era una persona agradable y nos dio por hablar de viajes, de libros, etc. Así que cuando llegamos al destino y nos dijimos adiós, le deseé un buen vuelo y, de repente, llegan unos señores y ¡la esposan! o_O. Sigo sin saber por qué (decidí que era mejor no preguntar por si me tocaba ver las salas de detención del aeropuerto por dentro…)

 

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