El día antes de mi vuelo de vuelta de Tokio por el aeropuerto de Narita amaneció lloviendo. Puede que el tiempo decidiese hacer patente que no quería que me fuese o que hubiese aguantado tanto el buen tiempo que ya no pudo más y le tocó llover el último día…
El caso es que llovía. No mucho, pero sí lo suficiente para hacerme sacar el paraguas de la maleta. Podía haber aprovechado el día y disfrutar del spa del hotel (perdón, onsen) y leer, leer y leer. Pero como lo de ponerme a remojo para combatir la lluvia no me va y para leer ya tendría tiempo en las 12 horas y algo de vuelo de vuelta, decidí hacer lo que todo viajero responsable debería: irme de expedición a ver qué descubría por los alrededores. Es decir, descubrir qué ver en Narita.
Resulta que Narita no es sólo la ciudad en la que está el Aeropuerto más Internacional de Tokio (sí, Haneda también es internacional, pero lo más probable es que vueles a Narita) y el más grande de Japón, sino que también es un importante lugar de peregrinaje que atrae a más de 10 millones de visitantes al año. Así que cabía de esperar que lo más importante aquí fuese un templo, ¿pero es lo único?
Pues no, no es lo único. Yo te propongo un recorrido con lo no te deberías perder si visitas Narita por libre.
Ruta de medio día por la ciudad de Narita
Según el cuentapasos de mi teléfono son unos 3 kilómetros y medio, y te lleva un par de horas hacerlo entero y mirándolo todo bien (salvo que te pares a comer, que también te lo recomiendo). Punto de inicio: la estación del JR o desde la estación Keisei (están casi al lado), así que no tiene pérdida.
Por si acaso, como me ha quedado un poco largo, te dejo un pequeño índice:
- Punto de partida: la estación de tren
- Primera parte de Omotesando
- Segunda parte de Omotesando
- El templo Narita-San Shinshoji
- Otros puntos de Interés en Narita
- Fechas clave
Punto de partida: la estación de tren JR
La estación de tren de Narita no tiene ninguna gracia especial. Ninguna de las dos lo tienen (sí, hay dos estaciones: la de JR y la de Keisei, muy cerca la una de la otra). Tampoco tiene ninguna gracia especial la zona en la que están salvo por el hecho de que tienes algunos restaurantes, hoteles, karaoke, conbini (tienda 24horas), un teatro y cosas así.
Dicho esto, es un muy buen punto de partida porque a) si te estás quedando en un hotel de la zona lo más probable es que tenga un bus gratuito que te traiga hasta aquí y b) si vienes o vas al aeropuerto, los trenes salen desde aquí y tardan aprox. 11 minutos (aunque la frecuencia varía en función de la compañía, conviene preguntar.) Además, de aquí salen autobuses a otros lugares interesantes de la zona, los tours guiados de JR, etc.
Aquí en la plaza llama la atención la estatua del actor de Kabuki (la del medio de la foto de abajo). Búscala, el recorrido seguirá por la calle que empieza a su espalda hacia la izquierda (Omotesando).

La calle Omotesando (la de Narita), primera parte
Si vienes de Tokio, Omotesando te sonará a grandes firmas, gente alternativa, arquitectura moderna… pero en Narita se da precisamente lo opuesto: pequeños restaurantes, casas bajas, artesanías y dulces. Ojo, que también tiene su encanto.
La calle tiene dos partes más o menos definidas. La primera, hasta la estatua de Takajo Mitsuhashi (la mujer de la derecha de la imagen anterior) y el templo Yakushido, es una calle más o menos normal y con algo de tráfico. Aquí se concentran bastantes tiendas de gastronomía local y unos cuantos bares y restaurantes de comida internacional, como el llamativo «Barge Inn», el pub inglés que creó Richard Branson para que la tripulación de Virgin se sintiese como en casa cuando hacían escala en el aeropuerto de Narita.
Mientras paseas por aquí, fíjate en las estatuas de animales que hay a lo largo de toda la calle (como el jabalí de la imagen de arriba). Son las figuras de los zodiacos chino y japonés, así como numerosas tortugas, que simbolizan la longevidad.
Una parada interesante en esta zona está prácticamente llegando al Yakushido Hall. En la acera izquierda busca una tienda de dulces tradicionales grande (una sola planta, con muchos mostradores, se llama Nagomi-no-Yoneya, pero como el nombre está escrito en japonés…) Puedes entrar y echar un vistazo, pero lo más interesante está justo detrás (puedes cruzar la tienda por dentro): a la derecha hay un edificio con el marco rosa y poco más adelante a la izquierda hay un jardín.

El edificio rosa es el museo de los dulces Yokan, uno de los productos típicos de Narita. El yokan es un dulce de gelatina de alubias (aunque no suene muy «delicioso» merece la pena probarlo, puedes hacerlo en la tienda que pasaste antes). Dicen los dulces se crearon en el templo Shinshoji a partir de la dieta vegetariana de los monjes y aquí puedes ver cómo evolucionó la fabricación y comercialización local de los dulces. Es gratis, aunque los carteles están exclusivamente en japonés.
Detrás, está el jardín del ¿dios? Fudo Myoo. Un pequeño jardín que parece fuera de lugar, justo en frente de una fábrica de dulces artesanales y al lado de un parking. Cuentan que a este jardín se trasladó la estatua de Fudo Myoo (Acala, el Inamovible) hace 400 años, lo que daría lugar posteriormente a la fundación del templo. Ni rastro de la deidad budista, pero en una esquina del jardín está la gran fuente de Fudo, que mana agua sagrada.
Al volver a la calle principal, poco más adelante encontrarás a la izquierda el pequeño templo Yakushido. Aquí la calle parece bifurcarse, continuaremos por la calle de la derecha, (que sigue siendo Omotesando y es cuesta abajo.)
Justo en frente de las escaleras del templo Yakushido, tienes una zona de descanso y la estatua de Takajo Mitsuhashi, la escritora de haiku de principios del siglo XX (dicen que la mejor escritora de haikus) nacida en Narita.
*Por cierto: si te pica la curiosidad, el Barge Inn estaba en esta primera parte de la calle, al lado del seven eleven que pasaste en los primeros 5 minutos desde la estación, en la acera de la derecha. Como lo más probable es que vuelvas andando por aquí hacia la estación, echa un vistazo a la vuelta.
La segunda parte de Omotesando
La segunda parte de la calle tiene un rollo más ¿auténtico? No sé si es esa la palabra, pero incluso con lluvia merece la pena: artesanías, dulces, tiendas de medicina tradicional, restaurantes de comida japonesa…

Además de todas las tiendecitas alineadas calle abajo hasta llegar a la puerta del templo Naritasan, hay dos cosas muy interesantes en las que fijarse:
- a mitad de la calle (donde empieza esa ligera curva a la izquierda de la foto) está el Narita Tourist Pavillion. Probablemente sea el edificio más feo de toda la calle, pero tienen bancos para sentarse, un centro de información turística con folletos en inglés y otros idiomas y una pequeña expo con altares de las procesiones y festivales de la ciudad. La entrada es gratuita y (además) los jueves a las 10:30 representan la ceremonia del té con traducción simultánea en inglés, también gratis.
- Justo en frente, hay dos restaurantes típicos de Unagi (anguila) en los que puedes ver cómo cortan, despiezan y cocinan las anguilas, incluso desde la calle (no apto para vegetarianos.) No es el único sitio donde se hace, más abajo en la otra acera hay otro restaurante que también lo hace a pie de calle.
Si vas a Narita en la hora de la comida no es una mala opción comer en estos sitios. Hay una interesante mezcla de locales y turistas y, además, es el plato típico de Narita. Dicen que la anguila (unagi) es magnífica en esta zona por la excelente calidad del agua fresca del río Tone y el lago Imba.
Si no te apetece anguila, también puedes comer Senbei (una especie de fritos de arroz típicos de la región de Chiba), Tsukudani (pescado cocido en salsa de soja) o Sora Anpan (bollos rellenos de raíz de loto, batata o encurtidos teppozuke, por ejemplo). O directamente buscar un sitio de sushi, ramen… hay un poco de todo.
El templo budista Narita-san Shinshoji
Al llegar al final de la calle verás a la izquierda la puerta del templo de Narita Somon. No tiene pérdida (básicamente por los 15 metros de altura y la envergadura que tiene; y porque tiene una explanada delante, que viene muy bien para hacer fotos.) El acceso del templo es totalmente gratuito e incluso es accesible, con ascensores en algunos puntos para poder llegar a las distintas zonas (no a todas, pero sí a una gran parte.)
#Truco: Afuera del templo, al otro lado de la explanada, está el edificio Shinto Kaikan (tiene unos cuernos encima de la puerta principal), además de folletos explicativos, hay guías voluntarios que enseñan de forma gratuita Naritasan Shinshoji y sus distintos edificios y templos. Sólo están de 10:00 a 15:00 y no tienen muchos que hablen inglés, así que puede que tengas suerte y que haya según llegas o no. En cualquier caso, podrías reservar un guía voluntario (en inglés) antes de tu visita contactando con la Asociación de Guías Voluntarios de Narita (en Chiba), contactando por email con el templo o en el servicio de Guías Voluntarios del Aeropuerto de Narita.
Ale, dicho esto vamos allá con la visita al templo. El templo, como ya sabrás del resto de templos japoneses, no es un solo templo, sino muchos templos (o muchos edificios) y la puerta no es una puerta, hay más puertas. Eso mismo pasa en Narita, en que la puerta importante no es esta primera puerta grande que te encuentras a pie de calle, sino que tienes que subir unas escaleras para acceder a la puerta Niomon (patrimonio cultural de Japón):
Después de cruzarla, hay un pequeño puente. Si vas con niños, se pararán en las tortugas (al menos es donde estaban todos los niños que vi en mi visita, y eso que llovía…) Tú puedes fijarte en la poca pinta de estar dentro de una ciudad y cerca de un aeropuerto que tiene esto:
Unas pocas escaleras más arriba (lo dicho, hay ascensor, pero te pierdes esta parte) llegas a la explanada principal. A la derecha, la pagoda de tres plantas (la puedes ver en la foto de cabecera del post, arriba de todo), en frente el edificio principal o Daihondo y a la izquierda (un poco escondido por el resto de edificios) Shaka-do.
El edificio principal, aunque más moderno (es de los años 60, siglo XX) es donde tienen lugar los rituales Goma (en los que se queman las tablas votivas) desde primera hora de la mañana y, aunque no tiene tanta historia, es donde está la deidad principal del templo (Acala o Fudo-myo) junto con los cuatro mensajeros de Vairocana Budha y la gran Mandala de la era Heisei. También venden amuletos Goma y omamoris (amuletos protectores.)
Es un templo activo y es bastante normal encontrarse a gente rezando y a sacerdotes. Y, como en el resto del recinto, entrar es gratis.
Siguiendo hacia la izquierda, pero sin subir ni bajar a ningún sitio está el edificio Shakado. El edificio es del siglo XIX y fue el edificio principal del templo en su momento (y también es patrimonio cultural nacional de Japón). Merece la pena a acercarse y ver los relieves de los 500 santos budistas tallados en las paredes, de los que dicen que ninguna cara se repite.

Una vez aquí tienes varias opciones originales:
- seguir caminando hacia la izquierda a lo que llaman Okuyama Hiroba plaza. Aquí hay adivinadoras que te leen la fortuna. Como llovía no había muchos puestos abiertos, así que yo no fui, pero puede ser curioso. Por cierto, también hay tiendas de souvenirs y cosas así.
- darse la vuelta (dejando el edificio a tus espaldas) y subir por las escaleras que tienes en frente hacia el santuario Shusse Inari. Este santuario está «especializado» en el éxito (en la vida y los negocios), así que no está de más acercarse a ver a los zorros (en estatuillas) y ofrecerles una vela y un poco de aburaage, su comida favorita. Sí, literalmente ofrecerles esta comida, que puedes comprar en los puestos alrededor del templo. Por cierto, muy buenas vistas de todo el templo desde aquí.
Siguiendo la ruta más habitual, en lugar de esto (o además de esto), dejando el edificio principal a la derecha y Shakado a la izquierda sube por las escaleras que tienes en frente. Te llevarán a los edificios Gakudo, Komyodo (del siglo XVIII y anteriormente edificio principal del templo) y poco más adelante a la Gran Pagoda de la Paz.

La gran pagoda de la paz, de 1984 simboliza el Budismo Shingon (esotérico) y tiene una pequeña expo sobre la historia del templo y una habitación en la que se pueden copiar las sutras (escrituras budistas) en caligrafía japonesa. Hacer esta «copia» es gratis si vas de 8:00 a 15:00 y te puedes llevar el pincel como recuerdo, pero debes hacerlo en total silencio y no hablan nada de inglés/español/otros. Dicen que copiar un sutra incrementa la concentración, calma el corazón y aclara la mente; no sé si es verdad, pero puede ser una actividad interesante si tienes tiempo (la caligrafía japonesa no es moco de pavo.)
Por cierto, la pagoda mide 58 metros y es la sexta propiedad cultural que es Patrimonio Nacional de Japón en Narita (las otras eran la puerta Niomon, la pagoda de tres plantas, el edificio Shakado, el edificio Komyodo y los rituales Goma). No tengo foto porque estaban en obras y llovía pero así también lo descubres por tí mismo ?.
Y aquí suele terminar el recorrido habitual del templo. Desde aquí, vuelves sobre tus pasos hacia la estación de JR y ya está. Peeero, si tienes un poco de tiempo (y no llueve mucho), baja las escaleras que hay al pie de la Gran Pagoda de la Paz o al lado del edificio Komyodo, te llevarán al parque y al Museo Nacional de Caligrafía (entrada de pago y casi todos los carteles en Japonés, pero puede ser una visita interesante, sobre todo en Otoño o primavera con el cambio de color de las hojas de los árboles y la floración del cerezo y las azaleas.)
Por cierto, en el parque hay una cascada de 20 metros de altura e incluso una estructura construida especialmente para disfrutar de los sonidos del agua al caer.
Otros puntos de interés (por si acaso)
Además de todo lo anterior tienes:
- si te gustan los trenes o te apasiona la ingeniería (uno de mis amigos de la universidad era un apasionado de la contabilidad, así que nunca se sabe…), en Narita puedes ver un túnel de ladrillos que solía cruzar el Seiso Electric Train. Es Patrimonio Nacional de Obra Pública (sí, también hay de eso) y lo puedes encontrar cerca de Omotesando en la calle Denshamichi.
- si no has podido ver el mercado de Tsukiji en Tokyo, el mercado de Narita abre de 7:30 a 10:30 (cierra domingos y miércoles). Es más pequeño, como cabría de esperar, y no está muy cerca de la estación de tren (en realidad está más cerca de otra estación, la de Kozunomori) pero tienes autobuses que te llevan hasta allí desde la estación de Keisei. Para ver la subasta de atún hace falta cita previa (en la web, en japonés) y es a las 5 de la mañana, pero también puedes hacer una visita guiada del mercado de comida o dar una vuelta por tu cuenta.
- si buscas cosas curiosas, Narita es famosa por sus medicinas «milagrosas» desde el periodo Edo y todavía hoy es muy popular una medicina para el estómago que se llama Ichiryugan. La venden en la farmacia Ichiryugan Mitsuhashi (casi en frente de la entrada al templo Naritasan Shinshoji), que tiene más de 280 años y vende todo tipo de hierbas. Hay más tiendas de medicina tradicional china, por si te interesa el tema.
- si te gustan los aviones, prueba con todas las actividades que puedes hacer cerca (y dentro) del aeropuerto, como avistar aviones o visitar el museo de la Aeronáutica.
Dónde dormir en Narita
En esta ocasión me alojé en el Narita View Hotel, un hotel al que principalmente va la gente que hace un transbordo largo en Narita, las tripulaciones de los aviones y algún despistado. Tanto, que se sorprendieron de que me quedase dos noches. Las habitaciones son grandes y comodas, y, aunque está a medio camino entre Narita y el aeropuerto, tiene un bus gratuito que conecta continuamente con el aeropuerto, la estación de tren de Narita y el centro comercial (que es a donde van las tripulaciones y a donde deberías ir a comprar Kit Kat para tus amigos porque está mil veces más barato que el aeropuerto.)
Y fechas clave (fiestas, celebraciones, festivales…)
- 7 al 9 de Julio. Es el festival Gion, que se celebra desde hace unos 300 años para pedir por una buena cosecha y cruza la ciudad con distintas actividades durante los 3 días.
- 14 Julio a 27 Agosto. Es el festival de la anguila. Vale, no es un festival en sí, pero tiene cosas curiosas, como que te alquilen parasoles para aguantar la canícula y ofertas en la mayoría de tiendas.
- 30 Julio. Festival en Makata Shrine, a las afueras de Narita.
- 23 Agosto. Es el Mitama Festival de Narita, que es un festival tipo Bon, para honrar a los ancestros y que se celebra principalmente de noche con danzas y música. El acceso es libre.
- 16 y 17 Septiembre. Festival de Artes Escénicas tradicionales de Narita. Representantes de todas partes de Japón se reunen en Narita y hay representaciones en la calle durante dos días.
- 24 de Septiembre. Ceremonia Goma en la que se queman las ofrendas votivas. Aunque estas ofrendas se queman todos los días en el templo, hay dos veces al año que se hacen en una gran ceremonia de fuego (la otra vez es en Mayo).
Tienes todas las fechas importantes del año (y una traducción la mar de pintoresca al inglés en la página de turismo de Narita.)
Qué, ¿te parece poco? ¿te parece mucho? ¿me dejo algo? Cuéntamelo en los comentarios
No te olvides…
Viajar a Japón es fascinante, pero no te olvides:
- De llevar seguro de viaje, que cualquier tontería puede descolocarte el presupuesto. Aquí te cuento cómo escoger tu seguro de viaje y algunas recomendaciones
- De revisar cómo es lo de conducir por Japón y si llevas toda la documentación necesaria. Te cuento todo (y consejos para que el alquiler sea más barato) en este artículo sobre conducir en Japón.
- De repasar todos los trucos y recomendaciones en la sección de viajes a Japón.