Más allá de la belleza coqueta de Estocolmo y de los enigmas de Stieg Larsson y Camilla Läckberg, Suecia ofrece muchos paisajes en los que perderse con un buen libro en la mano. Hoy no te voy a hablar de estos (bueno, un poco sí) sino de un lugar que ya conoces, aunque no lo sepas.
A tan solo un par de horas de Estocolmo y Göteborg (Gotemburgo), se encuentran los paisajes que inspiraron a la autora de algunos de nuestros libros favoritos cuando éramos pequeños. Una tierra de casas rojas y bosques verdes llamada Vimmerby en Småland; la tierra de Astrid Lindgren y Pippi Calzaslargas.
¿No sabes quien es Pippi? ¡No te creo! Pippi Calzaslargas o Pippi Långstrump es uno de esos personajes rarunos e inclasificables. Una niña independiente que vivía sola en una casa torcida y en compañía de sus animales, vamos todo muy normal. Por cierto, también tenía una fuerza descomunal… (búscala en youtube o en tu biblioteca, merece la pena).
Su autora era Astrid Lindgren, uno de los referentes culturales más importantes de Suecia de los últimos 50 años y la creadora Emilio el travieso, Ronja, los hermanos Corazón de León… Libros infantiles (algunos con cierta polémica) y no tan infantiles (llegó a derrocar a todo un gobierno y a modificar el sistema de impuestos sueco con uno de sus cuentos…) No todos se editaron en España, pero no sin razón la llaman la escritora de los pequeños revolucionarios, la que quería que nos sintiésemos bien siendo diferentes.
Pues resulta que los paisajes donde se encuentran sus personajes no eran tan imaginarios ni sus historias tan ficticias. Lo irás descubriendo poco a poco.
Qué ver en Vimmerby, Suecia
Como te contaba antes, las historias de Astrid Lindgren, la creadora de Pippi, se inspiraron en muchas de las cosas que sucedían en Vimmerby. Basta con pasear por calles cercanas a la plaza del ayuntamiento para verse en las historias de Pippi Calzaslargas y sus amigos.
La ciudad da una sensación de pueblo pequeño en el que te podrías hacer amigo del frutero en un plis plas, pero tiene unos cuantos años de historia. Ya aparecía en algunos textos de 1364, cuando era un mercado, y en el siglo XVIII era el sitio más importante para el comercio de ganado en toda Suecia. Una de las tenerías de las 12 que curtían el cuero en el siglo XIX en Vimmerby puedes visitarla ahora en el museo al aire libre de Skansen, en Estocolmo.
Hoy mantiene la arquitectura típica de la región con sus casas rojas de madera en muchos de sus rincones. Prueba a buscar las diferencias entre el Vimmerby actual y los edificios y callejuelas de los libros. O del Vimmerby real y su «copia» en el parque de atracciones de Astrid Lindgren (más abajo te cuento más).

Pero no te quedes ahí, la ciudad también tiene muchos pequeños detalles divertidos: desde una de las bibliotecas más pequeñas del mundo a parques infantiles con forma de barco pirata, o incluso prueba a sentarte con Astrid en la estatua de la plaza principal (la silla se calienta durante todo el año para que te puedas sentar con ella mientras escribe en su máquina.)
Y, para descubrir algo más sobre Pippi y su autora, visita la Näs y el parque temático (sigue leyendo).
El parque ¿de atracciones? Astrid Lindgren’s Värld
La atracción principal para los niños y familias en Vimmerby es el Parque Astrid Lindgren’s Värld (el mundo de Astrid Lindgren). Sí, un parque de atracciones no parece muy «literario» pero, como todo lo que rodea a Astrid Lindgren, el parque no es un parque de atracciones normal. Vamos que no es un parque «de atracciones».
Ni montañas rusas, ni actores dándose porrazos, este parque fue diseñado para niños y pensando en los niños y las historias que encuentran en los libros de esta autora. Hay animales, librerías, actores de verdad dando vida a las escenas de los libros y las películas por todo el parque (algún porrazo también hay, pero sin coches ni efectos especiales). Y los niños pueden entrar en todas partes (literalmente, incluso en los escenarios de las obras de teatro.)
¿La única pega? Todo sucede en sueco. Aunque hay carteles en inglés por todo el parque y un montón de sitios para jugar, así que supongo que a los niños les viene dando bastante igual el idioma.


Y un plus: Si llegaste allí por curiosidad y ya no tienes edad para subirte a los árboles (literalmente, se puede) puedes tirar de tu lado foodie y comer en el parque. No es broma, en el parque de Astrid Lindgren no sirven comida rápida ni platos precocinados. Desde el año 2010, la dirección culinaria la lleva uno de los chefs más famosos de Suecia y uno de los asesores culinarios del banquete de los Premios Nobel. Solo sirven comida producida localmente y de recetas típicas de las que comía la autora de pequeña. Vamos, platos típicos de Småland.
Cuándo visitar: desde el 20 de Mayo al 28 de Agosto, los fines de semana de Septiembre y en el puente de Otoño de Suecia.
Los precios varían de temporada baja (hasta mitad de Junio) y temporada alta, pero los puedes comprar en su web oficial. La principal diferencia entre la temporada alta y baja es el número de actuaciones que se producen a lo largo del día, que en temporada alta son hasta 50 shows con 60 personajes diferentes.
Por cierto, los niños de menos de 3 años entran gratis y los menores de 14 también entran gratis (aunque estos solo en su cumpleaños). Ah! y hay wifi gratis.
Näs, la casa natal de Astrid
La atracción principal para los adultos es la Näs, o nariz. Aunque también es apta para niños, la Näs es la casa natal de la autora. Aquí creció y jugó hasta que se fue a vivir a Estocolmo.
Peero, esta casa natal no es como cualquier otra casa natal. Cosa que cabría esperar viendo lo que te he contado hasta ahora. Si tienes tiempo, haz la visita guiada a la verdadera casa de la familia. Allí te contarán cómo el padre de la escritora convivió con vagabundos, a los que su padre acogía un día o dos a cambio de ayuda en la granja, o cómo el olmo de más de 200 años que hay delante del museo era en realidad su propio «árbol de la limonada»… (no te contaré más tendrás que descubrirlo en persona.)
La visita guiada se hace normalmente en sueco, alemán o inglés y, salvo en verano (que tienen visitas diarias) hay que reservar con al menos 5 días de antelación. Pero es muy interesante porque se conserva prácticamente igual a como estaba cuando ella vivía allí con su familia.

Además de la visita guiada a la casa natal, también hay un pequeño museo que cuenta cómo fue la vida de la autora y cómo fue creando sus historias a lo largo del tiempo. Se visita con audioguías (en inglés y en castellano) y a mí me sirvió para descubrir algunos datos muy interesantes. Ahí lo dejo.
Y también puedes visitar los jardines o las exposiciones temporales. Y la librería de los primos y tíos de Astrid, que todavía viven en Vimmerby.
Precio: Los menores de 16 años que vayan acompañados por un adulto entran gratis. El resto: 170 coronas suecas + 95 coronas si haces la visita guiada. Está a 10 minutos andando del centro y no muy lejos del parque temático.
Y más ideas
Si tienes más tiempo para disfrutar de Vimmerby y su entorno apunta:
- Justo a las afueras de Vimmerby, está la villa Katthult and Noisy Village, el set de rodaje de las películas.
- Dale un «beso» a un alce en el parque Virum
- Visita los parques y lagos que rodean Vimmerby, con numerosas actividades para niños y adultos.
Dónde dormir en Vimmerby
En este viaje nos alojamos en el Best Western Vimmerby Stadshotell, en todo el centro, en frente de la estatuta de Astrid Lindgren y a sólo 15 minutos andando del museo – casa natal de Astrid Lindgren. Es un Best Western, habitaciones con estilo y un buen restaurante en el que probar la cerveza local y algunas especialidades como los sandwiches abiertos típicos de Suecia (o una opción más carnívora, que aquí mis compañeros se pusieron las botas).
Cómo llegar a Vimmerby
Para llegar a Vimmerby puedes coger un tren desde Estocolmo, que es una buena idea para poder releer alguno de los libros de Astrid Lingren antes de visitar sus paisajes.
Es una magnífica parada también si vas a visitar el castillo de Kalmar o estás de camino a Malmö o Conpenhage por la costa.
Tienes incluso pases de Interrail para viajar 3,4,5,6 u 8 días no consecutivos dentro del mismo mes, que vienen muy bien para explorar con calma el país.