El mercado mayorista de Tsukiji (el de la subasta de atún) está actualmente cerrado, lo puedes visitar en el nuevo mercado de Toyosu. Pero la zona exterior, que es la que te cuento a continuación, sigue abierta y funcionando, y bien merece una visita!
Con el traslado del mercado postpuesto hasta quién sabe cuándo (los rumores dicen que Octubre de 2018, pero llevamos así desde hace un par de años…), la lonja de pescado más importante del mundo sigue siendo uno de los puntos clave si visitas Tokio. Pero hay que madrugar, puede que no llegues a la hora de la subasta (o que ya no queden huecos para visitarla) e incluso que ese día no haya subasta…
Así que, para todos los que me habéis preguntado si… ¿Merece la pena visitar Tsukiji si no vas a la subasta? ¿Qué más hay en Tsukiji además de la lonja? ¿Tsukiji cierra algún día?
Pues sí, muchas cosas y sí. Aunque Tokio no cierra nunca (excepto 2 días al año), la lonja de Tsukiji cierra todos los miércoles y domingos y algún que otro festivo nacional. Y, con el cierre de la lonja, cierran también muchas de las tiendas que venden producto fresco en el mercado exterior. Peeero, todavía tienes muchos que ver y hacer en la zona, como por ejemplo estas 7 ideas:
1. Comer (y/o comprar) en el Outer Market

Aunque la lonja esté cerrada, muchas de las tiendas y restaurantes de Tsukiji (sobre todo las tiendas que tienen restaurante) sí que abren al público. Si te gusta la tortilla japonesa (tamagoyaki) aquí encontrarás unas 10 tiendas que la cocinan al momento. Además hay sushi, ramen, marisco a la plancha…
Eso sí, compartir no está muy bien visto y si hay cola fuera, tendrás que comer rápido como un japonés más (bueno, tener tener no, pero los sitios son tan pequeños que te mirarán raro…)
2. Ver los diseños de los cierres y las marquesinas
Una de las «ventajas» de que esté cerrada la lonja de Tokio es que puedes ver con tranquilidad las marquesinas y los diseños de los cierres. Si te gustan el street art y los murales, será de las pocas veces que podrás ver este tipo de diseños en la ciudad.
Además, como hay poca gente, los carteles de las tiendas se pueden disfrutar mejor (busca la lucha épica entre un cangrejo y un atún y si lo encuentras dímelo ?)
3. Alucinar con las cabezas de león del santuario Namiyoke Inari Shrine

A un lado de la entrada de la lonja de altura de Tsujiki se encuentra este pequeño santuario sintoísta. Un rincón pequeñito al que los trabajadores del mercado van a pedir fortuna casi a diario. Aunque lo más peculiar son las cabezas de león y leona que guardan su entrada (de una tonelada de peso cada una.)
Curiosamente, pese a su tamaño se fundó en el siglo XVII y no se completó hasta el siglo XX.
4. Viajar a la India en el templo budista Tsukiji-Hongwanji
Aunque en la foto parezca que están en obras (están reformando el jardín), este edificio sacado de una postal india es en realidad el templo budista más importante de la zona y uno de los pocos que ofrecen servicios en inglés (el 4º sábado de cada mes).
Cuando se construyó, la fachada principal estaba orientada hacia el mercado de Tsukiji, donde había otros 58 templos (hoy en día solo quedan otros tres templos budistas dentro del complejo). Pero tras varios terremotos, se reconstruyó en 1934 con la arquitectura actual de estilo hindú (es Patrimonio Nacional de Japón.)
Además, en el salón principal tienen unas tarjetas conmemorativas (gratuitas) que te puedes llevar como souvenir y que cambian su diseño cada mes.
5. Acercarte al río Sumida y disfrutar los puentes
«Tsujiki» significa «terreno constituído», literalmente es un terreno ganado el mar hace más de 300 años. Y, aunque parezca que el mar está lejos, el mercado está al lado de un importante puente, el Kachidokibashi, a pocos metros.
Aunque no tengo fotos (la lluvia no me dio mucha tregua), si te gusta la ingeniería, este es el único puente de Tokio que se puede levantar (como el puente de Londres) pero no se hace desde los años 70. Y de noche se ilumina.

6. Encontrar la paz en los jardines Hama-rikyū Onshi-teien
Tokio está llena de parques y jardines, pero quizás uno de los más famosos es el Hama-rikyū Onshi-teien, su estanque y el salón de te que se encuentra en el centro.
No muy lejos del parque se encuentra, además, el museo de la publicidad, el ADMT. Está dentro del centro comercial Caretta Shiodome (sí, donde está la estación de Toei). Actualmente está de obras, pero reabren en Diciembre de este año, así que si te pilla por allí ya sabes qué más añadir a la lista.
7. Disfrutar del Kabuki en Ginza

Aunque parezca estar a un mundo de distancia, Ginza está en realidad a unos cinco o diez minutos andando desde aquí. Y uno de los primeros edificios que te dicen que estás en Ginza es el Kabuki-za, el teatro tradicional de Kabuki de Tokio (y el más importante de todo Japón).
Todo un must si te gusta la cultura y, además, si no te quieres gastar un pastizal (ni tienes tiempo para ver todas las funciones del día), puedes comprar entradas para sólo un acto haciendo cola en la entrada del teatro (ponen a la venta cada día 90 asientos y las entradas para ver la función de pie, de ese día). Pregunta en la entrada del teatro por las entradas «Hitomakumi«, empiezan a venderlas media hora antes de la función, pero hay gente haciendo cola a veces desde una hora antes (o más, dependiendo de la obra.)
Más ideas en el mercado de Tsukiji
Además de la famosa subasta de atún, la del madrugón a las 5 de la mañana haciendo cola, también puedes entrar en Tsukiji a las 10 de la mañana por libre. Ya no hay subasta y en realidad ya está casi todo el pescado vendido, pero con un poco de suerte verás despiezar un atún y muchos moluscos raros (prohibidísimo tocar sin comprar!).
Y algunas alternativas:
Y si estás un poco perdida o quieres aprovechar la visita para aprender a hacer Sushi, hay varias visitas guiadas al mercado exterior de Tsukiji que incluyen clases de cocina o probar la comida. Como todo, suelen ser en inglés, como las que encuentras en Viator: como este tour que te muestra el mercado exterior y que acaba en una escuela profesional, o este otro en el que además te dan tiempo libre para que explores el mercado interior por tu cuenta (pero no la subasta de atún).
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No te olvides…
Viajar a Japón es fascinante, pero no te olvides:
- De llevar seguro de viaje, que cualquier tontería puede descolocarte el presupuesto. Aquí te cuento cómo escoger tu seguro de viaje y algunas recomendaciones
- De revisar cómo es lo de conducir por Japón y si llevas toda la documentación necesaria. Te cuento todo (y consejos para que el alquiler sea más barato) en este artículo sobre conducir en Japón.
- De comprar el Japan Rail Pass para explorar el país (si es que te compensa para tu plan de viaje)
- De repasar todos los trucos y recomendaciones en la sección de viajes a Japón.