Llevo años explorando Galicia y sus rincones, eso no es secreto. Y, aunque no siempre publique por estos lares sobre las maravillas que me encuentro a mi paso, cuando hace un tiempo los chicos de GaliciaTB me propusieron adentrarme en Terras de Pontevedra y escribir sobre un ayuntamiento que me quedase por descubrir, me di cuenta que todavía me queda mucho por conocer de la provincia de Pontevedra.
La tarea no era sencilla, a falta de referencias (escogí uno de esos territorios de los que rara vez oyes hablar y que si aparecen en las guías de viajes es porque el editor es de allí) me tocaba ponerme las botas de montaña (soy un poco bestia, pero en el coche iban también unas chanclas) y empezar a descubrir como realmente se debería hacer: con un mapa y preguntando.
El lugar por recorrer: A Lama. Sí, donde la cárcel. Sí, donde el Verdugo (el río, no el señor). Sí, donde el Portalén. Sí, a 30 minutos de Pontevedra. Sí, lo más probable es que ninguna de las referencias te suene de nada, porque hay que ser muy pontevedrés para conocer la mayoría de ellas y ni aun así las conocemos todos.
Así, que pongámonos manos a la obra, ¿Qué ver en A Lama? O por qué deberías ir hasta allí:
Antas
Empezaré por aquí, aunque no es el primer pueblo que uno se encuentra al entrar en A Lama desde Pontevedra, porque fue donde me encontré a mi primer guía improvisado de A Lama.
Llegamos hasta allí porque según Google había una carballeira (robledal en gallego) que habría que visitar y, ya que estábamos, nos paramos en la carretera delante de una bonita casa de piedra con un patio emparrado que daba gusto verla. ¿Por qué? Porque había donde dejar el coche, básicamente. Nada más bajar del coche, una señora se asomó y nos preguntó si habíamos ido a comer. Le dijimos que no, acabábamos de ventilarnos unas empanadillas y pensamos, “pues no parece mal sitio para comer” y seguimos calle arriba hacia la iglesia parroquial de Antas.
Avanzo, antes de contaros más de la iglesia, que el lugar no da comidas. Pasa tan poca gente por aquí fuera de la gran temporada de fiestas y procesiones, que se sorprendieron de que algunas locas decidiesen patearse el pueblo a pie y bajo un sol de cuidado (y a veces soy tan de asfalto que me despisto). A la vuelta, el marido nos volvió a preguntar por qué estábamos allí y tras contarle que estábamos explorando la zona por el simple placer de hacerlo, nos dio unas cuantas recomendaciones sin las que nos hubiéramos perdido algunas de las grandes maravillas de la zona. Así que, si me lee, eternamente gracias por hacernos ir más allá y permitirnos descubrir sus secretos.
La iglesia de Antas, de estilo románico y datada en el siglo XVI, se eleva sobre un mirador natural, con vistas a un impresionante valle en el que los campos verdes y las casas de estilo indiano llenan de color y vida el paisaje. Ya solo por eso merecería la pena parar aquí. Además, se dice que al menos uno de sus panteones, de 1873, fue obra del maestro José Cerviño (el del cruceiro de Hío).
Truco: Resultó que la famosa “carballeira de Antas” de Google estaba mal colocada y no estaba allí, sino unos pocos quilómetros más adelante. Era la Carballeira das Ermitas.
Carballeira das Ermitas
Ubicado en el conocido como Monte do Ceo (monte del cielo, ¿a que suena sugerente?), perteneciente a la parroquia de Santiago (Antas), este robledal es un lugar mágico y punto de encuentro que arrastra devotos de todas las partes del mundo durante la tradicional romería de Os Remedios.

Cuenta la leyenda que la virgen se apareció grabada en una piedra al lado de una de las fuentes de la Carballeira. Como en otras tantas historias populares, los vecinos de otras poblaciones quisieron llevársela a su iglesia, pero la imagen se empeñaba en volver a este lugar, trasladándose milagrosamente hasta allí cada vez que se la llevaban. Así que terminaron dejándola allí (damos fe de que allí está), al lado de las famosas fuentes.
Fuentes que, por otra parte, son milagrosas: vista, oído, heridas… son muchas las tradiciones y rituales que todavía hoy se realizan antes del solsticio de verano o el día de la fiesta. Uno de estos milagros fue el que hizo que se construyese la ermita, dando lugar a sus grandes romerías y a un espacio inmenso en el que pasear o comer tranquilamente a la sombra.
Ermita dos Prados
ontinuando en dirección a Xesta y dejando atrás sus impresionantes casas y su coqueta iglesia parroquial, se encuentra una carballeira conocida como la Ermita dos Prados. Venimos hasta aquí con dos excusas: la de recorrer la conocida como ruta do Foxo do Lobo, que comienza y termina aquí (10 quilómetros, circular) y para descubrir un área recreativa única de pozas y descanso, de enorme belleza, que os dejaré descubrir por vuestra cuenta (básicamente porque había mucho niño corriendo y los padres me matan si me ven sacar fotos.)

Dónde dormir en A Lama
En sí en A Lama sólo hay casas rurales (era de esperar) como la Casa dos Muiños y otros alojamientos que se alquilan enteros. También tienes hoteles y casas rurales muy cerca, en Pontevedra, Ponte Caldelas o Cerdedo, por ejemplo.
Senderismo: Fervenzas del Oitavén
Otra gran ruta de senderismo es la que va a la cascada del Oitavén y que es conocida como la ruta de “Tras os pasos do río Xesta” (aunque la cartelería de la carretera destaca el Oitavén) o PR-G24. Se trata de un recorrido circular de 7,5 quilómetros por antiguos caminos empedrados, puentes antiguos y pasarelas de madera que pasa por molinos, petos de ánimas y distintas cascadas.

La ruta comienza en Liñares (Xesta) y se acerca a las tradicionales aldeas de Cortegada y Paradela. Totalmente recomendable, pero se puede encharcar en épocas de lluvia, así que añadidla a vuestro recorrido con moderación. Además tiene algunas zonas de dificultad y poca accesibilidad (puntualmente), así que “a modiño” please (o dejad la cámara en la mochila, que tampoco pasa nada…)
Truco: Para los que viajan con niños, el Camiño Real me lo han recomendado para todas las edades. Yo estoy pensando en liar a mis sobris a ver si me acompañan un día.
El Santo Cristo de Xende
Iba a poner “el santuario del Santo Cristo de la Agonía”, pero aquí lo que la gente viene a ver es al santo, otra de las grandes devociones de A Lama y que atrae en una procesión de más de 300 años de antigüedad el octavo domingo después de la Pascua (el anterior a Corpus Christi).
Hablamos de una de esas procesiones que horrorizan y enfervorecen a partes iguales: “ofrecidos” en el interior de ataúdes abiertos que procesionan a hombros de familiares y amigos, exvotos en forma de mortajas, ataúdes y cirios. No son los únicos en el atrio de la iglesia: todos los santos y vírgenes de las iglesias vecinas visitan al santo en su día. La noche anterior, los romeros celebran una churrascada y una verbena delante de la casa rectoral donde antaño se quedaban a dormir aquellos que procedían de los lugares más remotos.

La figura es de estilo barroco y según los especialistas podría ser del siglo XVIII e incluso hay quien dice que procedía del antiguo convento de Santo Domingo de Pontevedra y que tras la desamortización se trajo hasta aquí. La verdad, quién sabe, lo que sí sabemos es que además de la iglesia, la procesión y la bonita casa parroquial con su fuente, hay varios cruceiros y petos de ánimas de interés.

Y uno de ellos es este espectacular cruceiro que, aunque reciente (es de mediados del siglo XIX), es de los pocos que se conservan policromados y ya sólo por eso merece la pena venir hasta aquí cualquier día del año.
Portalén
Reconozco que ya había ido al Portalén antes, era, de todos los lugares que no te deberías perder en A Lama, el único que ya conocía. Pero reconozco que sólo había accedido desde la pista forestal que pasa por Cerdedo. Los vecinos de A Lama no dan toda la vuelta, sino que acceden desde O Pelete (si vais por allí, no os perdáis el roble bebedor de O Pelete y la fiesta del vino que se celebra aquí desde el siglo XVII a principios de Septiembre).
En la subida (ojo que la carretera no es tal, sino la pista que usan los técnicos de las eólicas para cuidar el parque), un mirador desde el que se observan las tres rías (Vigo, Pontevedra y Arousa), mámoas, capillas de leyendas misteriosas y, finalmente el misterioso Portalén.

El Portalén o Puerta del más allá, lleva en lo alto del Monte Seixo muchos siglos. Muchos siglos en los que el mundo ha cambiado a una velocidad vertiginosa y tras los que todavía hoy se mantiene la creencia de que al cruzar su vano, en silencio y tras dejar una ofrenda para las almas que se encuentran al otro lado, puedes susurrar una pregunta y esperar a que los vientos te traigan la respuesta de los seres queridos que ya están en el más allá.
No es el único punto mágico del Seixo: el Marco dos Ventos, donde dicen que giran todos los vientos: los rápidos, los suaves, los atravesados… es un gran menhir datado en la época romana para dividir el territorio y en el que la luz incide durante el solsticio. Y hacia el otro lado, la cruz do Seixo, del que se dice fue un antiguo ara solis y al que una importante romería acude durante el solsticio de verano.

Y, por si fuera poco, las vacas y caballos salvajes acompañarán tu camino. Son mansos, pero no te van a quitar el ojo, por si acaso.
Laxedo – Covelo
A escasos quilómetros de A Lama y muy, pero muy cerquita del siguiente punto, se encuentra la aldea de Covelo.
Importante legado dejado por Manuel Barreiro Cabanelas, también conocido como Conde Cabanelas (aunque nunca recogió el título nobiliario que le había concedido la reina María Cristina). Este vecino había emigrado a Brasil, donde hizo fortuna y fue precursor del famoso Carnaval de Río de Janeiro. Al volver a Galicia decidió devolver a su tierra parte de lo que había conseguido.

Con este objetivo, desarrolló un plan urbanístico que detuviese la diáspora de gallegos. A cada matrimonio joven que se asentase en el pueblo, una dote de 1.500 reales y 6.000 reales como incentivo, además les daría una casa nueva,. Cada una de estas casas tenía como marca esculturas y relieves de piedra, que todavía hoy se pueden ver por todo el pueblo.
Además, protegería el núcleo tradicional compuesto por pequeñas casas familiares de piedra, un eirado y distintas fuentes. Promovió la cantería local, construyendo lavaderos, molinos y hórreos, creó una banda de música y diseñó un grupo escolar de 40.000 metros cuadrados en el que se formaba a los niños con clases de cantería o de bordado, pero también financiaba a los futuros maestros de carrera.
La Playa del Verdugo
Empezaré diciendo que la playa no es la del oficio de matarife, que luego me venís con mentes calenturientas con aquello de que está al lado de la cárcel… sino del río Verdugo.
Sí, ese mismo río que pocos quilómetros más abajo hace las delicias de los bañistas en una de las escasas playas fluviales con bandera azul del país (la playa de A Calzada en Ponte Caldelas). Mismo río y mismas aguas transparentes en las que nadar tranquilamente, esta vez rodeados de un gran merendero y con zona de parrillas en las que prepararse algo rico mientras se disfruta de las vistas sobre el puente peatonal (originalmente servía al tráfico rodado, fue construido en el XIX).

La playa forma parte del espacio Red Natura y desde aquí parte una ruta local de senderismo conocida como la Ruta da Liberdade (ruta de la libertad) y que se originó en una colaboración entre la Asociación Cultural Río Barbeira y el Centro Penitenciario de la Cárcel de A Lama. El mantenimiento del patrimonio natural, el patrimonio etnográfico y el religioso se unen en esta ruta peculiar. La ruta es circular (18 quilómetros) y arranca en Casa Florencio.
A Lama
Por último, y no por ello menos importante, no me olvido de la villa de A Lama. En la plaza principal, el Pazo dos Contreras y el pazo de los Fidalgos, cuyos escudos blasonados barrocos cuenta con tres troncos bajo los que un caballero con un hacha en una mano y una cabeza cortada en la otra, muestran el importante lugar que fue y sigue siendo A Lama.

No muy lejos de aquí, el peto de Ánimas de San Antonio marca el camino para la iglesia y cruceiro de San Salvador, también de estilo barroco, aunque con añadidos posteriores del siglo XIX.
Lo que dejo pendiente: Verducido y el Camiño Real
No, como ya imaginarás, este viaje fueron una serie de viajes. No basta con una excursión de un día para ver todo este impresionante territorio, así que tuve que escoger y dejar de lado Verducido y sus petroglifos, el Camiño Real y unos cuantos puentes y fervenzas, o morir de agotamiento.
Ojo! en el ayuntamiento de Pontevedra (a media hora más o menos de aquí), hay otra parroquia de Verducido donde se encuentra el embalse del Pontillón, que es una importante referencia para los deportes de agua. Ha sido sede para el campeonato europeo de piragüismo, así que si no te suena, ya somos dos que tenemos que acercarnos hasta allí. (Gracias Pablo por el consejo y la aclaración!!!)
Dónde comer en A Lama
Con el plan completo que llevábamos y sin saber si encontraríamos dónde comer (el COVID ha hecho inservible a Google para estos casos y en El Tenedor lo más cercano que encuentras está en Armenteira y Soutomaior) pues no tengo opciones, así que mejor preguntar “the old way”.
Y si no os encontráis a nadie por el camino que os indique, en Ponte Caldelas hay varios restaurantes de los “de toda la vida” y en Cerdedo-Cotobade son muy fans de las fiestas gastronómicas, así que opciones hay y muy buenas. (Truquillo: todas las fiestas gastronómicas y etnográficas confirmadas las puedes encontrar antes de viajar en Troulanda.com con mapa y búsqueda avanzada)
¿Te animas a descubrir más? Adéntrate en Terras de Pontevedra
Descubre más destinos y lugares espectaculares de esta zona en la web de Terras de Pontevedra y en los artículos que mis compañeros de GaliciaTB han desarrollado para este proyecto. A mí me han dejado los dientes largos y ya estoy esperando a poder moverme un poco más para explorarlos de primera mano. Como siempre, todo lo que me gusta, me gusta, lo que no, no y cualquier cosa que me haya olvidado me lo dices y me echo una escapadita para verlo, que me queda mucho por explorar.
3 Comentarios y Preguntas
Es una gran desconocida esa zona de Galicia. Es cierto que no tiene nada espectacular, pero hay muchas cosas que ver con su encanto. Además, es una zona con historia, de emigrantes que salían de una zona donde no era fácil vivir.
Portalén y el mirador de las 3 rías es un lugar muy especial, sin duda. Yo también recomiendo acercarse a la aldea de Barcia do Seixo, un lugar muy apartado, pero que tiene una interesante colección de hórreos. Necesitan una buena restauración, pero son muy bonitos.
Muy buen post sobre A Lama, mi enhorabuena.
Un saludo
hola, creo que existe una confusion con el tema de Verducido y Berducido de A Lama uno se encuentra en las terras de a lama y el otro en el otro extremo de pontevedra (pontillon de castro) que es donde se encuentra el embalse lugar de entrenamiento y competiciones deportivas acuaticas son dos ubicaciones distintas con recursos diferentes, saludos y gracias por este fantastico aporte
Hola Pablo, vaya metedura de pata! Tienes toda la razón, una está al norte de Pontevedra y la otra tiene cerca el embalse de Eiras, no el de Pontillón. Corrijo!
Muchas gracias!!