Cuando era pequeña, mis padres nos llevaban a museos, bazares, iglesias, castillos y demás «hits» turísticos, pero también tenían en cuenta que nuestra edad y en cada viaje había dos visitas que intentaban incluir: una visita a McDonalds y otra al parque de atracciones más cercano que hubiese. Esto nos llevó a sitios muy curiosos, como un mini parque de atracciones que había en Casablanca, en donde no podían subir mujeres solas.
Hoy en día evito lo del McDonalds todo lo posible, pero me sigue gustando ir a los parques de atracciones. Estos son mis 5 parques de atracciones clásicos favoritos, con un poco de historia y un ambiente algo retro.
1. La noria del tercer hombre en el Prater, Viena
Una de mis películas favoritas es El Tercer Hombre. Si la habéis visto, recordaréis la fantástica noria de Viena. Se llama Riesenrad, se construyó en 1897 y tiene una altura de 65 metros.
Al igual que en la famosa London Eye (mucho más moderna), la visita dura unos 20-25 minutos y ofrece unas vistas fabulosas de la ciudad. Pero en este caso, también se pueden disfrutar jardines y algunas atracciones clásicas en lo que dicen que es el parque de atracciones más antiguo del mundo.
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Foto de a_marga |
Como nota curiosa, se paga en cada atracción, no hace falta pagar una entrada general, así que también lo pueden disfrutar los que tienen vértigo.
La noria y el museo están incluídas en la Viena Pass y también puedes escogerla en la Flexi Pass. Pero si no eres de los que rentabilicen un pase y quieres visitar la noria, puedes saltarte las colas reservando en Getyourguide (e incluso cenar allí arriba)
2. Coney Island, un clásico freak en New York
Situado al sur de la Ciudad, Coney Island es otro icono cinematográfico de Nueva York, pero con un ambiente totalmente diferente al resto de la ciudad, mucho más canalla.
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Foto de Brian Omura |
Freak-shows, burlesque, cuerpos tatuados, la playa más cercana a Nueva York, el desfile de sirenas y los comedores de perritos calientes, lo convierten en un lugar único, normalmente fuera del recorrido turístico habitual.
Tampoco es un parque de atracciones gestionado de manera global, así que cada atracción tiene sus precios y entradas. Pero puedes visitar 24 atracciones del Luna Park con el New York Pass o reservar tu entrada para un día en este parque.
3. Parc Asterix, la villa de los galos en el norte de Paris
Los niños de hoy en día puede que no sepan muy bien quién es Asurancetúrix, pero para los que crecimos estudiando la EGB y a nuestros hermanos, primos y demás familia, el Parc Asterix, al norte de Paris, es una visita muy interesante.
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Foto de David Jafra |
Además de recordar la fantástica villa gala que crearon René Goscinny y Albert Uderzo, es un sitio curioso y normalmente menos masificado que Disney, con atracciones para todas las edades y un toque francés (es más que un toque, en realidad no se habla más que francés en todo el parque.)
Puedes comprar las entradas online en Civitatis y en Getyourguide, e incluso comprar tu entrada con el traslado incluído desde París.
4. J-World Tokyo (alternativas)
Actualización: Este parque para los amantes de las series de dibujos japonesas, estaba diseñado para disfrutar emulando a Naruto, Son-Goku y demás, en plan echando unas fotos tipo Onda Vital (Kame-Hame-Ha). Vamos, un sitio en el que echar unas risas con los amigos y de paso recordar que no hace mucho merendabas bocatas de nocilla. Pero ya no está abierto (cerró en Febrero de 2019)
Era algo tal que así:
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Foto de Guilhem Vellut |
Pero como Tokio está en continua evolución y hay cada año un montón de novedades, han surgido unas cuantas alternativas a J-World Tokio que merece la pena tener en cuenta:
- Sanrio PuroLand o el parque de Hello Kitty, que está pensado para los fans de estos dibujos animados y sus coleccionables
- Fujiko F Fujio o el parque de Doraemon (o más bien del creador de las series) y sus personajes
- One Piece Tower o el parque y show de los seguidores de One Piece
- Museo Ghibli (que no es realmente un museo) y que es todo un must para la mayoría de viajeros que visitan Tokio por las entrañables historias que salieron de sus pinceles.
5. Tibidabo Barcelona, el parque de atracciones al que se sube en Tranvía
Vale, el trayecto en Tranvía no es obligatorio, se puede ir en coche y en Bus, pero la subida en el funicular le da un encanto especial al trayecto. Al menos es como yo lo he hecho el par de veces que he estado en Tibidabo.
La gracia especial de este parque la tiene el llamado «Camí del Cel», un conjunto de atracciones clásicas con unas vistas espectaculares de la ciudad de Barcelona.
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Foto de Adriano Amalfi |
Puedes comprar la entrada en Civitatis o en Getyourguide, pero no te saltas las colas, sólo te sirve para garantizar que entras (que no suele ser problema).
Y vosotros, ¿tenéis algún parque de atracciones favorito?